viernes, 2 de diciembre de 2011

Exceso

Besar tu cicatriz
creer en tu cruz,
amar tus ocultas jefaturas
de hembra que se entrega.

Tú no. La otra que sueña
es la que peca.

17 comentarios:

Ventana indiscreta dijo...

Eres un capo, Tomás. ¿Tú no pecas? Para pecar habrá que creer en pecado, digo yo. Por un momento pensé que leía un pasaje del CRISTO DE VELAZQUEZ, de Unamuno, pero veo que no.
Jefatura es una palabra que me revuelve la tripas.

No sé cómo será un beso por defecto.

Tomás Rivero dijo...

Te veo un tanto lacia. Será el frío que acaba de entrar.

Las ocultas jefaturas no ejercen de tal. Es una orden subliminal que sube por las corvas, se adentra entre los muslos, cabeza adentro de lo fácil y te deja lenta suspendida en un ay!

¿Ves? Otro poema. Póntelo.

Un beso por defecto es ese que se da sin nombre sin ruta sin calle llega siempre, perdido en pespuntes de talles exigentes.

Ves? Otro poema. Vístete.

¿Cómo será amarte a ti después de que tu ropa vino a decirme que nunca te fueras?

Ves? Otro poema. No huyas.

¿Quieres que siga?

Un beso, entrañable.

Amando Carabias dijo...

Siempre que la carne es carne (cicatriz, cruz, ocultas jefaturas) y se entrega el pecado es una entelequia.

Tomás Rivero dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Amando.

Y añadir, que en el sueño que nunca se realiza está el pecado.

Un abrazo.

Ventana indiscreta dijo...

Vamos, Tomás, que estás sembrao, como dicen allá abajo.
Por el mismo precio ponme cuarto y mitad de poemas en su punto. Yo me los como crudos. ¿Y tú, cómo te los comes (los poemas, se entiende)?

HOSTAL MI LOLI dijo...

Tomás haces poesía hasta comentando, eres poeta la 24 horas del dia. Un beso.

TOMÁS RIVERO dijo...

Al decirlo tú, Sofía, lo he vuelto a leer para ver el sembrao, y he visto un error. Aquí:....muslos, cabeza adentro de lo fácil... Debe decir cabecea, no cabeza.

Por lo demás, no sé a qué "abajo" te refieres.

Los poemas, al ser míos no me los como, los alumbro entre convulsiones semejantes al placentero fornicio.

Entrañable. Beso.

TOMÁS RIVERO dijo...

Pues mira Loli, un secreto entre tú y yo. Esa es una de las cosas que más me gustan a la hora de comentar poemas: prolongarlos un poquito más allá.
Nacido de la escuela surrealista, la escritura automática y un largo proceso de doma, la improvisación, la motivación que de repente despierta en mí un comentario me parece un ejercicio de literatura fabuloso.

Besos.

Ventana indiscreta dijo...

Por el sur lo dicen, cuando uno está que desprende trigo por los cuatro costales, uy, digo por los cuatro costaos. ¡Como me ponga yo a hacer poemas!

Por cierto, LOS DE ABAJO es una necesaria novela de Mariano Azuela.

Y pásate a escuchar si quieres al hijo de Alí en mi prontuario. Hoy no eres el afortunado, aunque igual disfrute puedes obtener.

TOMÁS RIVERO dijo...

Otro secreto: Soy muy selectivo con las novelas. Dificilísimo que yo lea una. Ese privilegio se lo dejo a los hispoamericanos y tres más.

Comprende que un poeta al leer novela se rebaja. Y esto es una postura política un poquito más radical, que otras más llevaderas.

Hay otro motivo. Pero ese te lo digo tomando una caña. Es más bien un tema de la cosa culinaria.

Vale. Abajo, el sur. Por él ando.

Te leo poco entrañable.

Marcela Lokdos dijo...

Como me gusta como escribis...

TOMÁS RIVERO dijo...

Lokdos, aprendí mirando y oyendo.

Por ejemplo, tengo un recuerdo.

Un día, en el bus, de repente, se llenó todo de sonidos. Tal vez siete u ocho conversaciones distintas. Más el ruido propio de la marcha del bus.Y no podía. No podía. Me perturbaban.
Y desde entonces intento ordenarlas.

Pensábamos juntos. Llegaron nuestros comentarios a la vez.

Un beso.

Marcela Lokdos dijo...

Para mí es un placer leerte, me llegas con todos los sentidos.

Y es que a mi me pasa algo raro, me da miedo quedar como idiota con vos y por eso me cuesta comentarte, entro-escribo-borro-escribo-y antes del send-cierro, efecto quinceañera medio boba...

Un beso Tomás, te leo
Ah y mi nombre es Marcela.

Tomás Rivero dijo...

No es fácil comentar. No lo paso bien. Admiro a los que comentan con soltura. Yo tardo muchísimo en elaborar un texto. Y además que al comentario le doy la misma importancia que al poema. Me explico. Importancia en cuanto a que tengo la sensación de estar haciendo un poema en vez de un comentario. Así que como tú borro y escribo.

Ni se te ocurra quedar como idiota conmigo. Lo último que harías en tu vida.

Una sonrisa y un beso, Marcela.

Caos dijo...

Estos son los poemas que me gustan de ti, Tomás. Breves y certeros.

Un abrazo.

Tomás Rivero dijo...

Es que tú quieres ir a lo directo y sin rodeos. :)
Claro que también en lo certero hay intensidad.

Te voy a mandar un poemario, breve y certero, se lee en diez minutos.

Besos.

Caos dijo...

necesitaré más de diez minutos, seguro.

gracias de nuevo.