Ya finalizo este libro perfectamente lascivo
hecho con trueques y revoques
repleto y fascinante
que empecé un día que ya no estaba tierno
un día que no tiene memoria
en el recuerdo fatigado de la noche
en las sombras histéricas donde la vida
y la historia se degüellan.
Recuerdo sin amargura lívido o gris
casi sin dolor de muelas
los nombres de ellas y de ellos
nunca fueron importantes los atajos
que recorrimos juntos. Y algunos se fueron
haciendo travesuras o buscando algún remedio
al silencio más blanco de la noche.
2 comentarios:
La vida y la historia estan condenadas a degollarse. Son como las hijas que se pelean por la herencia del hombre.
La vida y la historia se degüellan siempre por "algún motivo" más o menos histórico. Este poema intenta, (todos los poemas son un intento) incidir en ese pasado que fue, y adónde nos obligó a huir la historia, empeñada en recordarnos que somos excesivamente hermosos, unas, y tristes y dignos de amparo, otras.
Que los hijos se peleen por nuestra herencia está bien: eso es por que la herencia merece la pena. Supimos dejarle algo interesente.
Un abrazo, Jose.
Publicar un comentario