miércoles, 11 de enero de 2012

Ultimación de las citas

Es triste lo que sucede,
si para lo que sucede
no tienes alternativas.
Una vez sucedido,
el beso aprende
a no besar nunca.
O besa hasta el labio roto
como la roca del acantilado
presume de ser
la causa del beso
con la ola.


Odetta. Y el resto son besos
de rastros sospechosos de agua miel.



5 comentarios:

Ventana indiscreta dijo...

¿Has besado alguna vez a capela?

Se agradece la voz de Odetta. Interesante lo que canta.

Tomás Rivero dijo...

Un vez besé bajo el agua del río Guadiana, a una muchacha virgen de 19 años, mientras que el poeta Manuel Pacheco, desde la orilla recitaba poemas subido en un cajón de madera y hubo una crecida de peces black bass y abandonados a nado los besos a capela,con un vestido de escamas por vestidos. Después todos nos abrazamos emocionados.

Hola, entrañable.

Paloma Corrales dijo...

Ya no sé qué me gusta más si "Ultimación de las citas", Odetta o ese beso bajo el agua del Guadiana, ay.

Besos, Tomás.

Tomás Rivero dijo...

Paloma, yo que estaba allí, lo mejor fue ver al poeta recitar desnudo sobre un cajón de madera.
Los besos bajo el agua son de una humedad tal que el oxígeno lo compartes con el pez americano mencionado.

Y Odetta, nuestro silencio como respecto, para su hermosísima voz de besos profundos.

Beso para ti, Paloma.

Tomás Rivero dijo...

Sofía, dónde dice "abandonados", debe decir "abandonamos". Independientemente de mi abandono.

Perdón.