domingo, 1 de abril de 2012

Caracol























7 comentarios:

HOSTAL MI LOLI dijo...

Que simpático el caracol, y preciosa la canción de tu querida Cesárea. Besos.

Tomás Rivero dijo...

Es un caracol de barro, amasado con la miga de pan de un beso.

Besos, Loli.

HOSTAL MI LOLI dijo...

Precioso caracol, son besos con forma de caracol, lo he puesto en el Nido pero Cesárea no me ha salido, lo siento. Tampoco me salió tu entrada anterior porque no se poner el color de fondo y no se veían las letras. Torpe que es una, me explicó una vez Sofía como se hacía pero no me aclaro. Caracoles, que diga besos.

Shandy dijo...

"-¿Le gustan los caracoles?
-¿Qué?
-Los caracoles
-Sí. Bueno,no, en realidad no es para mí".

Rivero, te dejo una historia de libros, café y amor con "caracoles".

http://www.youtube.com/watch?v=PzsiFNQBXTM&feature=related

(Lindo ese caracol con cuernitos al sol. Se le ve feliz en su habitat, aunque impar).

TOMÁS RIVERO dijo...

Bueno, sí, no.
En realidad era para mí.
Por casualidad.

Muy buena esa historia de amor.

Creo que el precio, que paga, por no quitar el envoltorio de los libros que compra, es demasiado alto.

Está buscando. El caracol.

Shandy dijo...

Cierto que el precio es demasiado alto. La historia hace pensar. Refugiarse en la concha de uno puede ser peligroso. A veces los miedos de uno son los mismos del otro, pero no se atisban, sólo se ven los propios.
Los sueños de ambos caracoles eran los mismos pero no supieron verlos, al refugiarse cada uno en el laberinto de sus sentimientos.

TOMÁS RIVERO dijo...

Después de tus palabras, he pensado que lo mejor es no tener concha. Se está más expuesto. Se es más vulnerable. Caracol todo viscosidad y babitas, entregado a la vida, en lugar de la protección de una laberíntica concha.

Besos, Shandy.