jueves, 27 de septiembre de 2012

Ciclostil 80


…si amanezco pálido, es por mi obra; y
si anochezco rojo, es por mi obrero.
-César Vallejo-


Adoba con el tiempo una costra
                                              lejana
que no delimite su escozor
                                       sólo
a las penumbras
sino que más adentro habite
ese hueso de tétanos añejos
                                          para así
la opción al sufrimiento
se quede en la dúctil planificación
y el tacto
            sólido número
materialice la realidad
de que los cuerpos
                            siempre
tienen la posibilidad irrefutable
de apoyarse en el quicio de las puertas
                                                         esas
que abiertas
dan paso a la lucha del hombre
                                             al amor
y a la dialéctica de la niebla
y la oscuridad.


2 comentarios:

María Socorro Luis dijo...


Me encanta, Tomás, hermoso y grande.

Tan generosa la opción: que el dolor propio quede en lo profundo y abrir las puertas a la lucha por el dolor de los otros... y el amor, siempre el amor.

Besosdeotoño.

Tomás Rivero dijo...

Si el dolor queda en segundo plano siempre se verá "sometido" al posible amor de los otros. Amor y dolor conjugándose, al fin y al cabo siempre se trata de amar.

Besos de otoño. Besosdorados, Soco.