sábado, 28 de mayo de 2011

Un cactus























El factor humano siempre tuvo espinas

caminos difíciles e intransitables,

pero lleno de juegos infantiles

o de rayuelas

o cuatro esquinas o el juego del mocho.

4 comentarios:

Laiseca Estévez dijo...

¿y qué sería de nosotros sin esos juegos?

Tomás Rivero dijo...

La niñez y los juegos marcan nuestra vida. A mi no me gustaban los juegos competitivos. Hoy he triunfado (¿?) gracias a mi falta de ambición.
Besos Laiseca.

HOSTAL MI LOLI dijo...

Pero que bien tienes las plantas,eso es un don.Un beso.

Tomás Rivero dijo...

No creas en los dones, Loli. Es curro. Todo es trabajo. Dedicación. Conocimiento. Observación. Y un pulso lento y minucioso.
Un beso.