jueves, 4 de agosto de 2011

Cuando ya nada nos queda personalmente exaltante



























17 comentarios:

Lucía Robles dijo...

Sabía yo que me ibas a saltar por Ibáñez.
Pues lo que decía hace tiempo en palabras de Roger Wolfe:

"La poesía es un arma cargada de futuro
y el futuro es del Banco Santander."

Por cierto, en uno de los videos aparece mi profesor de poesía Rafael de Cózar.

Tomás Rivero dijo...

Ya te lo he dicho, aquí yo soy el maestro y tú lo sabes todo.

El futuro no son los bancos. El futuro es la eterna pregunta. El futuro es la utopía. Y este instante que acaba de morir.

HOSTAL MI LOLI dijo...

Que estupendo recordatorio de una época que hemos vivido tu y yo en nuestra juventud,tu la has sufrido más que yo, y que volvemos a recordar con todo lo que está pasando que es el preludio de la revolución que falta por hacer y que ya está en marcha.Besos a ambos.

Lucía Robles dijo...

Si algo tengo claro es la máxima de Sócrates: "Sólo sé que no sé nada" y me queda mucho que desaprender.
El futuro no son los bancos,aunque el futuro de muchos pase por los bancos del parque.
El futuro son las personas. Miedo hay que tenerle a según qué utopías. Ahí que está la utopía de Hitler, ¿ellos eran banqueros, o eran usureros?

Tomás Rivero dijo...

Loli, la Revolución. Creo que fue en 1977 cuando estuvimos a punto. Pero el PCE y sus muchachos se encargaron de todo. Y no pienso contarlo una vez más. La próxima se volverán a "encargar".

Tomás Rivero dijo...

Lucía si a estas alturas ustedes empiezan a comparar utopías con el nazismo....lo que me faltaba. Ganas de marear la perdiz. Y esas mismas ganas son de muy mal gusto. La utopía pertenece a una manera de pensar que siempre a sido de los parias.

Nunca supe lo que eran las personas. Uno de mis maestros decía que persona era Fraga, y que el no se parecía nada a Fraga: no soy persona, por tanto. Yo tampoco. Yo soy un peligro publico que emana la pestilencia de la libertad (F.Grande) pero no soy una persona. Un poeta marginado. Un explotado. El sueño de mi madre. Pero nunca seré una persona. No tengo futuro singular.

Lucía Robles dijo...

Yo no comparo nada, no jodas, hablo de realidades utópicas.
Busca el significado de la palabra utopía: pensamiento político caracterizado por una organización social alternativa a la que está establecida. Y no necesariamnete, casi nunca, pasa por los parias, por los discriminados.
Si no lo comprendes es porque no quieres.
Fernando Arrabal ya lo dejó bien dicho:

"La utopía es uno de los monstruos más repugnantes y sanguinarios de siempre. Los griegos la llamaron “quimera”: era un pajarraco de mal agüero con pico de harpía y cola de víbora. Tras el paso (hoy como ayer) de este bicharraco solo queda miseria y campos de concentración".

El video de Jacques Brel "Les bourgeois" lo deja bien claro. Nacen nuevas utopías para establecerse, envejecen y las nuevas sustituyen las viejas, pero siempre es el mismo basurero. El basurero de la persona en singular. Sin personas no hay futuro. Luego habrá que saber diferenciar entre "personas" y personas y darle cabida a estas últimas. Pero claro eso también es una utopía a la inversa del pensamiento de Hitler.

Repito: miedo me dan las utopías y dentro de "utopía" caben muchos pensamientos políticos que no tienen por qué ser mejores que el que está establecido, ojo.

Tomás Rivero dijo...

La mía es la que nunca se consigue. Es una utopía cojonuda. Las utopías no se establecen. Las utopías no existen. Por eso es bueno perseguirlas, para no alcanzarlas jamás, en esa búsqueda está el milagro.
Y no tiene nada que ver con los ideales.
Fernando Arrabal es un cachondo. Más o menos.

Si no lo comprendo es porque estoy en contra de comprenderlo.

¿Para qué haces esta fea reflexión, para constatar lo inútil de ella? ¿Y una vez comprobado los resultados, hinchar el pecho de satisfacción?:
"El basurero de la persona en singular. Sin personas no hay futuro. Luego habrá que saber diferenciar entre "personas" y personas y darle cabida a estas últimas. Pero claro eso también es una utopía a la inversa del pensamiento de Hitler."

Para ti utopía es sinónimo, parece ser, de "engañifa".

He comprobado que en tu posición política hay ciertos "rasgos" de una "nada descreída", más peligrosos que las utopías a las que tú te refieres, un tanto manipuladas.

Tomás Rivero dijo...

Después del Dato y del sueño de la noche: Lucía he vuelvo a leer tu respuesta y me llama la atención el principio de ella:
"Busca el significado de la palabra utopía: pensamiento político caracterizado por una organización social alternativa a la que está establecida. Y no necesariamente, casi nunca, pasa por los parias, por los discriminados."
Estas palabras, me resulta imposible respondértelas en un blog y casi en un correo. Demasiadas explicaciones.
Tal vez en una conversación cara a cara llegaríamos a entendernos; ya que es mentira, incierto, o falso que ese sea el significado de utopía. Yo tengo el mío. El que hizo esa "traducción" ¿quién era? Sobre todo me llama la atención lo de "pensamiento político caracterizado por una organización social alternativa". Que va. Ni hay tal pensamiento político en torno a la utopía, y digo la, no digo una utopía, y menos por una organización social. Que bien pudiera crearse, la organización, en torno a la propia utopía como proyecto político.
Los troskos nunca tuvimos proyecto político. Era una de las “acusaciones” del PCE, contra nosotros. Nosotros no sabíamos lo que queríamos, sabíamos lo que no queríamos. Los proyectos políticos los dejamos para los que tienen “ilusiones” en la democracia burguesa. Cabida en ella y sus despachos, y confianza en sus reformas.

Yo no me fío de las traducciones, los diccionarios de la lengua española y otros, son de derechas. Tendenciosamente de derechas, si quieres que puntualice. Y puntualizo más: estudiamos en sus escuelas y en sus universidades... de derechas.

Lucía Robles dijo...

Una utopía que no se consigue, ese “no lugar” siempre será un sueño inalcanzable. Será que yo no creo en los “milagros”, los milagros son patrimonio del Vaticano.
Arrabal será un cachondo, un beodo y muchas cosas más, pero ha dicho una verdad como un templo.
La realidad es fea ¿para qué ocultarla bajo sueños? No hincho nada. Llevo a cabo mi utopía personal cuando cambio algunas cosas feas que me rodean en la realidad. Con esa nada descreída que roza el nihilismo y que me proporciona libertad. Aunque hay “engagement“ y simpatía por unas realidades, eso nunca cambiará dentro de mí.
Es bueno que releas, que reflexiones y que te siga llamando la atención el mundo que te rodea. A mí no me tienes que explicar nada que no sepa ya. Diversidad y unidad Tomás, eso también es una utopía.
Una traducción es una traslación más o menos literal sin perder el sentido original, traducir es traicionar. Aquí no hablamos de “traducción” sino de definición y por supuesto no hay una sola definición. Habría tantas definiciones como utopías. Pero en líneas generales una utopía es un pensamiento político, ni de izquierdas ni de derechas, ojo, aunque Tomás Moro y su “Utopía” se basase en la República (sobre todo la de Platón, la de las ideas) allá por el siglo XVI.
Siento decirte que en la universidad aprendí pocas cosas, como ya te dije pienso y aprendo más por mí misma, no me dejo influenciar fácilmente. Y no manipulo.

Tomás Rivero dijo...

Empiezo por el final: has mangoneado, que me gusta mucho más que manipular, mis textos en tu blog. Ahora eso sí, le hemos dado vidilla.

Y dicho esto, y como yo ya sabía, el tema es largo, largo, muy largo.. Un largo debate por delante, dónde tú no quieres aprender nada que ya no sepas. Estás invitada en este blog, así que, por cortesía de la casa, la última palabra es la tuya.

Besos de cristal, transparentes. como dos lágrimas uncidas, que diría “el cholo”.

Tomás Rivero dijo...

Por cierto Lu, vaya mes de agosto que te estás chupando sin vacaciones.

Como he leído por ahí, en un blog educado: nos leemos.

Lucía Robles dijo...

¿Que he mangoneado tus textos en mi blog???
¿A qué textos te refieres Tomás? De verdad que no sé que es lo que has querido decir con eso.
¿Te refieres a los comentarios que he borrado?
Yo paso de la vidilla. Digo lo que tengo que decir. Y que los demás digan lo que quieran, pero no quiero discusiones entre personas a las que aprecio y menos por la poesía. Con lo claro que es decir: No me gusta tu poema.Y que la otra persona se calle o te responda: Me parece estupendo.
Bueno, ya está, no seas tan resentido.
¿Las vacaciones no son cosa de la burguesía?
Fuera jodas ya, que me paso los días sin comer ni beber sin energía y no paras de darme caña.

Besos, pero de cristal no, mejor de agua.

Tomás Rivero dijo...

Ah! me aprecias. Qué raro que salga de tu boca una palabra de afecto.
No soy resentido. No me gusta dedicar tiempo a las cosas malas, me canso mucho.
No te doy caña. Tú, que pasas de la vidilla y por eso eres una marisabidilla.

Fue lo que dije: no me gusta tu (su) poema. Hay poemas con una estructura de letra de canción. Suele pasar últimamente.

Come y bebe. ¿Quieres mantener el tipo? Sin energía el tipo no se mantiene.

Besos de agua.

Lucía Robles dijo...

Sí, te aprecio, aunque a veces me dan ganas de darte una colleja, una colleja cariñosa.
Es raro que mis palabras sean afectuosas, pero tampoco soy de piedra.
Ya tienes una cosa en común con Rafa, que ambos me llamais "listilla" (cosa que no soy).

Su poema.No hacía falta que le dijeras nada. Él ya lo sabe, se lo dije yo hace tiempo, que no me gusta la rima en los poemas y que tiene que profundizar más en su escritura. Estaba intentándolo. Eres muy brusco, también yo lo soy, pero hay personas a las que hay que decirle las cosas más suavemente, sin mentir y sin hacerles daño. Deja que lo intenten.

No mantengo el tipo, mas bien se trata de destruirlo, de desafiar mis límites.

Besos.

Tomás Rivero dijo...

Empiezo por el final.
Según tú, se trata de destruir el tipo,(el cuerpo) para desafiar tus límites. Vale. Me parece cojonudo. Te adelanto algo con respecto a los límites: más allá de ellos hay siempre una duda.

Regreso al principio.
Me aprecias. Vale. Si me aprecias la colleja puede, incluso, no ser cariñosa.
Un cliente, de mi época de camarero, me enseñó a hacer "currucas", una caricia con los dedos índice y pulgar (como si dieras cuerda al viejo reloj de pulsera) hecha en el lóbulo de la oreja. A cambio de la colleja, te dejo currucas.

Eres tan "listilla" que sabes que no lo eres. Eres una "listilla".

Dile a Rafa que vengo de un tiempo demasiado hermoso, como para que pueda ser rencoroso, o enfadarme más allá de cuarenta y ocho horas, y que estoy en un tiempo que me parece horrible como para estar triste por algo o alguien más allá de esas cuarenta y ocho horas.

Soy muy brusco. Soy categórico. Nunca miento. La brusquedad, la mía, nace de una falta de paciencia, del poso que dejó una vieja pregunta: "¿Cuánto tiempo se precisa para saber cada vez menos?" Estoy harto de no aprender, de tener que regresar una y otra vez a las fuentes para quedarme dulce:
Yo estaba sobre el tiempo
sentado sobre el tiempo
como un astro de flores y volcanes
acaso como un dios o un poeta
………………………
-Vicente Huidobro-

Un beso.

Lucía Robles dijo...

La duda es hermana de la reflexión.
Me acabas de sacar una sonrisa.
¿Una colleja que duela? No, no será de mi mano.
Soy tan arisca y tengo tantas cosquillas que casi nunca dejo que me hagan currucas.

Se lo diré. Gracias por comprender.

Un beso.