domingo, 8 de julio de 2012

Ornamentos

Amanezco a ciegas
dos veces comprensiblemente
absurdo o maltratado
en este país que me cobija
y de reojo comprendo
que hacer acopio de aromas
para el pecho
o lavandas para el traje
no da la talla observada otras veces
en el reparto de preciosos ornamentos
desgarrada cortina de humo
decorada con el líquido alimento
de la esperanza.



8 comentarios:

Isolda Wagner dijo...

Es tan sentido, que atraviesa el alma y aún siento la esperanza. Es tristemente hermoso.
Besos por la orilla, Tomás.

A.M.G dijo...

me gusta mucho tu blog, tanto es así que eres el blog de la semana en mi espacio Notas de campo Intimas, pásate y recoge mi entusiasmo...un saludo

Tomás Rivero dijo...

Podría considerarse que el poema pertenece a esa corriente, llamada poesía social, y denostada en su momento. Pertenezco a un país que hoy tan solo me ofrece esperanzas. Pero no porque este país sea poético, o tierno. No. Porque no tiene otra cosa que ofrecer a estas alturas de la crisis económica del capitalismo, descargándose lentamente sobre las espaldas de los trabajadores. Y de los más desfavorecidos de la sociedad. Y sobre las espaldas de los poetas que también trabajamos, a pesar de que la mayoría no sepan dónde ubicar sus versos de amor y rabia.

Un beso Isolda.

Tomás Rivero dijo...

Muchas gracias por pasarte por "Folios Grapados", Anabel.
Te agradezco la atención que prestas a mis poemas. Sin duda, visitaré tu blog.

Un saludo

Shandy dijo...

En los días que vivimos tantas veces amanecemos absurdamente maltratados... Necesitamos de la esperanza, de la terrible esperanza -esa desgarrada cortina de humo- que por absurda que sea triunfa siempre contra la experiencia abrumadora. Lo que nos ofrecen cada día es más de lo mismo, más de lo conocido. Y la esperanza es lo que desconocemos, una página por escribir.

Rivero, Poesía es esperanza y rebelión, una página por escribir. Y la esperanza también puede ser poética y un impulso para la rebelión

Se feliz, Poeta, con todas aquellas pequeñas cosas que ni se pueden comprar ni vender, la esperanza, la poesía, el amor. Amar, también es combatir... y compartir.

Besos combativos

Tomás Rivero dijo...

La esperanza cumple en nuestras vidas dos funciones. Aveces la esperanza puede ser poética y un impulso para la rebelión. Otras sin embargo, puede ser entendida como una "sumisión" casi religiosa, dónde se ejerce "la espera" con paciencia de santo. Entonces toda la rebeldía queda apaciguada por ella. La esperanza ejerce de colchón que modera los impulsos.

A partir de hoy tenemos que usar la esperanza en positivo, darle movimiento. Y empezar a creer en nosotros. Nosotros somos esa esperanza.
Y amar por sobre todas las cosas.

Un beso combativo, Shandy.

Shandy dijo...

Para esa "esperanza positiva" te dejo parte de un poema de Marti i Pol, interpretado por Pep Guardiola, Lluis Llach y Silvia Pérez Cruz:
"Ara Mateix" (Ahora mismo)

http://www.youtube.com/watch?v=5-HWceXl86o

AHORA MISMO
Ahora mismo enhebro esta aguja
con el hilo de un propósito que no digo
y me pongo a remendar. Ninguno de los prodigios
que anunciaban taumaturgos insignes
se ha cumplido, y los años pasan de prisa.
De nada a poco, y siempre con el viento de cara,
qué largo camino de angustia y de silencios.
Y estamos donde estamos, más vale saberlo y decirlo
y asentar los pies en la tierra y proclamarnos
herederos de un tiempo de dudas y de renuncias
en que los ruidos ahogan las palabras
y con muchos espejos medio enmascaramos la vida.
De nada nos vale la añoranza o la queja,
ni el toque de displicente melancolía
que nos ponemos por jersey o corbata
cuando salimos a la calle. Tenemos a penas
lo que tenemos y basta: el espacio de historia
concreta que nos corresponde, y un minúsculo
terrirorio para vivirla. Pongámonos
de pie otra vez y que se oiga
la voz de todos solemne y claramente.
Gritemos quién somos y que todos lo oigan.
Y al acabar, que cada uno se vista
como buenamente le apetezca, y ¡adelante!
que todo está por hacer y todo es posible

Tomás Rivero dijo...

Hermoso este poema de Marti i Pol:

"De nada nos vale la añoranza o la queja,
ni el toque de displicente melancolía
que nos ponemos por jersey o corbata
cuando salimos a la calle".

Y "curiosa" esta interpretación con
Pep Guardiola recitando.

Gracias, Shandy.