domingo, 17 de marzo de 2013

Nidos de arena y viento










6 comentarios:

Inés González dijo...

Qué preciosidad estos nidos de arena y viento!
Debe resultar muy emocionante verlos, encontrarlos a ras de arena, y conscientes de la fragilidad que los socava, al estar a campo de tiro de las eternas mareas.
Los miro y pienso en las construcciones del gran Andy Goldsworthy, en su obra insuperable de Ríos y Mareas, esos nidos-casas también se disgregan cuándo la marea sube y mansamente se los lleva río abajo.
Pero estos son especiales, y quizás me gusten más, son obra del viento, las cañas y la arena, no los ha engendrado el hombre.
Gracias por tan hermosa secuencia.

Tomás Rivero dijo...

Ya sabes Inés, que estas playas parameras están sometidas a fuertes vientos de poniente y de levante. Sobre todo los de levante.

Llevo muchos años paseando estas playas y nunca había visto estas "construcciones". Ayer me sorprendieron. Todos los "nidos" estaban orientados al viento de levante, de un temporal de varios días con viento de poniente. Se conjugó el temporal y dejó estas construcciones que me parecieron de una soledad hermosa, muy bien acompañada por su resistencia, su sólida mezcla de arena y caña.

La naturaleza siempre enseñándonos que ante ella somos débiles. Ser conscientes de nuestra fragilidad, debería hacernos más humildes.

Y por otra parte me emociona como queda representada el "efecto" de la fuerza después de la tormenta, mostrándonos que lo que aparentemente parecía violencia, si sabes mirar, si esperamos a que terminen de hablar las desencadenas emociones, nos deja una perspectiva distintas de la belleza interna que lleva o llevamos dentro cada uno de nosotros.

De nada, Inés. Encantado de compartir.

Inés González dijo...

Así es, creo que lo expresas muy bien en los párrafos finales de tu comentario. La naturaleza es una fuente inagotable de sugerencias, estímulos, y ensoñaciones, y nosotros tristes mortales apenas sabemos descifrar cada uno de los infinitos mensajes que nos manda.
Nuestra artillería emocional se activará si sabemos "mirar", y podremos gozar de todas esas asociaciones, individuales y abisales que el fenómeno nos brinda.
Los Nidos, símbolos insondables de nuestra alma y corazón!

Tomás Rivero dijo...

La naturaleza humana también entra en esta mirada nuestra, Inés. Extraña y bella naturaleza, llena de recodos y difíciles lecturas.
Que nuestras páginas no se cierren nunca, que estén ahí para ser leídas, y con algunos espacios en blanco para que el otro pueda escribir nuevos párrafos en ellas.

Abrazo.

Shandy dijo...

Singulares los artistas de esta sorprendente "performance" que has captado.

Muy interesante la lectura que ofrecéis Inés y tú de estas construcciones.Y asombroso como se conjugan y se ordenan los elementos de la naturaleza.

Besos a ambos

Tomás Rivero dijo...

El río Salado vino crecido por las recientes lluvias, y la mar estaba igualmente "crecida", lo que produjo en su desembocadura esa "performance" de los elementos desatados: agua, viento, arena, moviéndose de manera espontanea y construyendo como dice Inés, esos "símbolos insondables".

Besos, Shandy.