jueves, 25 de abril de 2013

Tiempo

Sobre el tapete de hilo hecho de azúcar
y flores amasadas con jazmin y leche
se fue depositando una sombra
que surgió de la penumbra
y la mesa se cubrió de un polvo amargo,
y el tiempo,
el tiempo, no sabiendo contar las horas,
los meses o los años,
se fue aburriendo en el zócalo azul
de la fría sala
muriendo de pena
a la llegada de la noche.

Una voz oscura reside
desde entonces
con el poder de la obsesión
en la soledad hermética
de las cosas.


2 comentarios:

Shandy dijo...

El tiempo... El tiempo se aburre de ser oveja contada y huye de la cárcel del reloj. También se muere de asco en el umbral de los días o en las esquinas de la noche esperando no se sabe qué. Será por eso que ha decidido refugiarse en la "Soledad hermética de las cosas"( me gusta este verso)

Tomás Rivero dijo...

"Rivero, la carcoma del tiempo es muy poderosa. Y el amor romántico muy vulnerable. Siempre hay que estar tejiendo nuevas vestimentas para el ser amado en los talleres del alma. Trabajo ímprobo."

Eso dijiste la primera vez que comentaste este poema.

Y esto respondí yo:

"Vestir al amante con ropajes distintos para tener el amante ideal. Descubrir que su desnudo es otro amante al que amar, aún más bello. Y atinar que ese error es un acierto, al comprobar que el ser amado siempre será bello...

"¿Ímprobo? Tal vez. Hay que poner flores. Mirarse. Proteger lo vulnerable, y el alma."

Si te gusta ese verso tal vez sepas que la soledad hermética de las cosas tiene una voz que le habla. Tiene una voz, aunque sea oscura.

Besos, Shandy.