jueves, 3 de octubre de 2013

JANIS JOPLIN. Parece que fue ayer y ya han pasado 43 años. Cuarenta y tres años mañana día 4 de octubre

Yo también necesito una mano que llevarme al rostro.
Un guante para el tacto que soliviante
el poro del por qué
esa pregunta que anda rondándome
hace tiempo
de la que se alimenta el resto de mi carne.

Mi higado de esponja empapado en olvido,
el corazón apretado en esta caja de cofre
que froté bajo el agua de lluvias y tormentas.
Este pechito blanco de enormes mostachones
estas rodillas tensas de pasos inciertos
errantes pies de siempre por calles y ventanas
y alguna que otra pérgola.

Yo también necesito un hombro nuevo
un altar de flores
un masaje de aceites y jazmines
un manojo de hierbas y provisiones
un vereda incierta que me lleve siempre
al sur.
Yo también necesito una casa
soleada de lunes de martes y de luz
y un resto de semana
de siempre que tu vengas.

Tu tribu se fue yendo, Janis
y los demás nos quedamos de traidores
contemplando tu ausencia.

6 comentarios:

María Socorro Luis dijo...


Precioso, Tomás.
Poema de esos que acaricia, que transforma...

Gabon, musu, felices versos

mariarosa dijo...

Un aplauso para Tomás y gracias Soco por traerlo a nosotros.

Muy buen fin de semana.

mariarosa

Tomás Rivero dijo...

Gracias, Soco.

Al escribir un poema uno espera transformar el mundo, pero esa posible falta de humildad te hace recapacitar, y a uno tan sólo le queda ser un poeta que escribe para poder entender el mundo.

Besos, Soco.

Tomás Rivero dijo...

Gracias por tu aplauso Maria Rosa.

Y como dice Soco, Felices versos para el fin de semana.

Un saludo.

Shandy dijo...

Una mano, una pregunta, un hombro, una vereda incierta, una casa y tú...


También soy una de las traidoras contemplando la vívisima ausencia de Janis. Que entrega y que hermosa intensidad. Este vídeo eriza el vello de la piel y es todo un documento. Gracias por dejarlo aquí.

Besos



TOMÁS RIVERO dijo...

Ya no hay nada que parezca autentico, todo es mediocre y simulacro. Y yo un hígado empapado en olvido. Y de tarde en tarde, recuerdo "...la vívisima ausencia de Janis."

Besos, Shandy.