miércoles, 15 de junio de 2016

Sombras

A la sombra de un gran avellano sesteaba el tigre.
A la sombra del tigre
un pájaro diminuto y azul de nombre libio.
A la sombra del libio una hormiga roja,
que al darse cuenta de que proyectaba
una diminuta sombra
donde nunca sesteaba nadie,
concluyó que el mejor sitio para morir,
como sólo lo hacen los vencidos,
era el desierto, que carece de sombras.


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