viernes, 30 de septiembre de 2011

CONCURRENCIA


De no haber concurrido tantas veces tantas cosas
como nos fueron ocurriendo
habríamos entablado amistad a partir de otros
argumentos
pero la conversación reiterativa quizá ladina
fraguó yendo por derroteros tan sólidos
que incapaces de reaccionar
nos fuimos quedando sin ese espacio necesario
que uno necesita siempre para conseguir
el aire que oxigene el metro cuadrado
que ambos ocupábamos en medio de aquel tumulto
en una calle de la ciudad populosa
cuando una musculosa avalancha nos arrastró
llevándonos a la crueldad cotidiana
del salón de casa
donde uno se puso un güisqui
y el otro la tele.


No hay comentarios: