domingo, 25 de diciembre de 2011

Get back: Big Bill Broonzy

Regreso de un aciago norte 
dónde las serpientes allí
eran de oro
y una certidumbre de riqueza
espesaba el aire.

Pobre,
siempre quise ser pobre,
desde esa pobreza
que me permitiera
exigir 
a los hombres
poder leer poemas
izado sobre los huesos
de los veladores
sobre las caries
de las plataformas de acero
abandonadas
pudriéndose en los puertos traicionados
por cobardes
desertores de la red.

Amada
hay un pez en tu mirada
que tan sólo nada si lo miro
los días tristes.

Vengo del norte
camino siempre
del
sur.


10 comentarios:

Nená dijo...

Los últimos versos del poema pellizcan, son muy intensos, el pez que se mueve sólo si tú lo miras, me parece de una sensibilidad rabiosa -es mi opinión-. Lo del poema como herramienta social o arma social, aunque es admirable siempre me ha cansado un poco, pero depende mucho de la inquietud de cada uno, y del modo de lucha que escoja. En cualquier caso me ha encantado tu poema, Enhorabuena.
Un beso,

Nená

Tomás Rivero dijo...

Nená, gracias por leer a este poeta. Y por tus palabras.

Buen tema este que planteas. El poema como herramienta o arma social, sí o no.
Dicen los defensores, que todo poema es social. Yo creo que la poesía social tiene una trampa implícita, y es el deber del poema de hacerse entender. De hacerse entender por aquellos al que va dirigido. Hay buena poesía social. Y la hay muy mala.
Depende de lo que tú señalas: del modo de lucha que escoja el poeta.

Un beso.

Ventana indiscreta dijo...

La poesía siempre tendrá más de condición lunática que de áurea.

Fantástica exigencia la tuya: valor en alza para la poesía. Pero el aire está espeso más de mediocridad que de oro.

El ojo como pecera es fantástico. Tienen muchas y bellas esquirlas tus poemas.

Un beso de más de medianoche.

Marcela Lokdos dijo...

Ese pez me deja boquiabierta... que ternura hombre!
Besos navideños.

Tomás Rivero dijo...

Sofía un beso de media noche.

Me llegan noticias de esa mediocridad. Y la sufro. Una barbaridad la sufro.

Desde hace tiempo las esquirlas de estos poemas te están dejando marcas profundas.
No mueras aún. Espera.

Más besos.

Tomás Rivero dijo...

Marcela, besos navideños. Aunque miro la navidad desde la imposición, más que de su disfrute.

Me voy vaciando poco a poco , y no mucho más que ternura, me queda.

Besos.

Trini Reina dijo...

"Amada
hay un pez en tu mirada
que tan sólo nada si lo miro
los días tristes".
Esta estrofa, por sí sola, es un poema completo.
Una maravilla de poema.
No creo que haya mujer que no espere que algún momento de su vida alguien le diga algo así. Sí, sé que es difícil, por eso, al menos yo, me conformaría con que, al mirarme a los ojos lo pensaran.

Saludos

Tomás Rivero dijo...

Trini, sí, puede ser un poema independiente, claro que sí. Pero no, está metidito dentro del poema y forma parte de él. Funciona como un todo.

Ya sabes que nunca es un problema decir cosas hermosas a una mujer. O a un hombre. El conflicto comienza siempre cuando uno de los dos lo dice y adquiere una deuda de amor con el otro.
Entonces, solo entonces sabremos quien de los dos entendió el poema. Si supo ponerlo en funcionamiento, en su justa y precisa generosidad. Evitando servidumbres.

Un beso. Encantado de verte por estas páginas grapadas. Y si me cruzo con tus ojos pensaré, pensaré.

Besos.

Shandy dijo...

...desde esa pobreza
que me permitiera
exigir
a los hombres
poder leer poemas

Elijo estos versos que enlazarían con comentarios anteriores.

Y el pez.

La poesía primero tiene que ser poesía, y luego todo lo que quiera el poeta: veladores y/o plataformas de acero o, dicho con otras palabras, pólvora y magnolias.

Me gusta la imagen del hombre que camina hacia el sur. Las brújulas señalan el norte para que sepamos donde está el sur.

Besos desde un norte que mira al sur

Tomás Rivero dijo...

Todo un recorrido hilvanando versos, Shandy.

Creo que un día habrá que publicarlos.

Regresé por un rato del sur. Ahora soy ese centro político, de Madrid capital, tan odiado.

Un beso.