domingo, 18 de agosto de 2013

EARL HOOKER- Wah Wah Blues

Las buenas costumbres se pierden. Una de ellas era la de poner blues en este blog errabundo. Las buenas costumbres se dedican a otras cosas. A otros blues. Aquella vieja costumbre de las doce de la noche llega hoy a las 23:05, no hay puntualidad en el blues, ni en las personas: Wah Wah Blues. Por cierto el sonido está hecho con el wah-wah, ese pedal que aumenta la frecuencia de los bajos. Y que en el jazz se llama sordina.

8 comentarios:

HOSTAL MI LOLI dijo...

Tus blues son bienvenidos a todas las horas del día. Besos.

Bipolar dijo...

Loli. Recuerdo una noche de verano, corrían los años 80 en Móstoles, parque de la calle Las Palmas, un grupo de compis charlando o si lo prefieres debatiendo de lo divino y lo humano. Tomás saco su armónica y sonó un blues.
¡¡¡Un recuerdo hermoso!!!

Tomás Rivero dijo...

Pero suenan mejor a la hora de las brujas.

Besos, Lola.

Tomás Rivero dijo...

La verdad es que es verdad -y valga el eco- todo lo que dices, pero la verdad es que no recuerdo a ninguna-o bipolar que pueda recordar mis arrebatos de bluesman, en los parques de Móstoles. El que mencionas estaba muy cerca de la casa de Poti y Nines.

Un saludo conocida-desconocida.

Bipolar dijo...

Tomás. Soy ninguno y soy bipolar porque tengo dos personalidades. Si el parque estaba y esta cerca de la casa de Poti y Nines.

Salud.

Tomás Rivero dijo...

Salud, bipolar invisible que ninguno eres, para oportuno ser cuando bipolar te lo pide.

Cuídate de los fármacos que no tomas.

María Socorro Luis dijo...


Lo que faltaba. Mi poetagruñónfavorito, bluesman.

Ay, Tomás, la armónica y la noche...

Besos

Tomás Rivero dijo...

Soco, tu poetagruñónfavorito agradece tus palabras, sobre todo porque comparto la de gruñón. Es cierto soy un cascarrabias. Un tipo que buscó la noche y se enamoró en los jardines de la ciudad industrial mientras tocaba un blues con la armónica. Y muchas más cosas que le daba sentido a la vida. Y como aquí todo se sabe, yo no lo voy a contar. Aunque muchos de mis poemas ya dan una pista.

Un beso, Soco.