Las buenas costumbres se pierden. Una de ellas era la de poner blues en este blog errabundo. Las buenas costumbres se dedican a otras cosas. A otros blues. Aquella vieja costumbre de las doce de la noche llega hoy a las 23:05, no hay puntualidad en el blues, ni en las personas: Wah Wah Blues. Por cierto el sonido está hecho con el wah-wah, ese pedal que aumenta la frecuencia de los bajos. Y que en el jazz se llama sordina.
8 comentarios:
Tus blues son bienvenidos a todas las horas del día. Besos.
Loli. Recuerdo una noche de verano, corrían los años 80 en Móstoles, parque de la calle Las Palmas, un grupo de compis charlando o si lo prefieres debatiendo de lo divino y lo humano. Tomás saco su armónica y sonó un blues.
¡¡¡Un recuerdo hermoso!!!
Pero suenan mejor a la hora de las brujas.
Besos, Lola.
La verdad es que es verdad -y valga el eco- todo lo que dices, pero la verdad es que no recuerdo a ninguna-o bipolar que pueda recordar mis arrebatos de bluesman, en los parques de Móstoles. El que mencionas estaba muy cerca de la casa de Poti y Nines.
Un saludo conocida-desconocida.
Tomás. Soy ninguno y soy bipolar porque tengo dos personalidades. Si el parque estaba y esta cerca de la casa de Poti y Nines.
Salud.
Salud, bipolar invisible que ninguno eres, para oportuno ser cuando bipolar te lo pide.
Cuídate de los fármacos que no tomas.
Lo que faltaba. Mi poetagruñónfavorito, bluesman.
Ay, Tomás, la armónica y la noche...
Besos
Soco, tu poetagruñónfavorito agradece tus palabras, sobre todo porque comparto la de gruñón. Es cierto soy un cascarrabias. Un tipo que buscó la noche y se enamoró en los jardines de la ciudad industrial mientras tocaba un blues con la armónica. Y muchas más cosas que le daba sentido a la vida. Y como aquí todo se sabe, yo no lo voy a contar. Aunque muchos de mis poemas ya dan una pista.
Un beso, Soco.
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