jueves, 6 de febrero de 2014

Deuda

Tengo el corazón tan grande
que llevo las manos de un obrero
levantando paredes de ladrillos
dentro de él.
Se alzan así mis alcobas personales,
mis estancias repletas de amor,
de martillos templados y pétalos de hierro,
el hormigón que va fraguando en mí
una actitud de vencedor de derrotas.

Me di a los demás
con un aire de cinturas
y mis caderas de hombre
eran hembras que crecían verticales
en la cal endurecida de mis huesos,
y en el agua azul de mis venas.

Tengo el corazón tan grande
porque asumo la noble soledad
de una clase 
que duerme en los andamios
de una noche eterna
y plácida
de vagos sueños
que nunca se realizan.

Tengo el corazón tan grande
porque os vi
y os debo.



martes, 4 de febrero de 2014

DANIEL VIGLIETTI: ESDRÚJULO

                                              Para José Horacio Martos

Se trata cósmicos de ser más fértiles,
de no ser tímidos, de ser más trópicos,
de ir a lo pálido, volverlo térmico,
sentirse prójimo de lo más lúdico,

con verdes lápices trazar el ámbito
de lo que mágico rompe los límites,
buscar lo hidráulico de lo volcánico,
librar la métrica, cambiar de sílabas.

Y con elásticas formas anárquicas
tocar lo afónico que suene homérico,
fundar metáforas, crear la hipótesis
de que lo asmático se vuelva oxígeno.

Situar la brújula al sur paupérrimo,
armar las síncopas contra los déspotas,
cambiar la tónica por una séptima,
tocar en triángulo sones esféricos.

Y a los dogmáticos tan poco orgásmicos,
casi ni eróticos de ser tan púdicos,
a esos acríticos de sesgo andrógino
decirles "gélidos, no sean retrógrados".

Y con armónicos cantar bien nítido
contra lo frígido luchando tórridos,
con armas múltiples llamando cálidos
fondos oceánicos de lo más lúbrico.

El ritmo cíclico del vals esdrújulo
es cual la sístole que va a la diástole,
todo cardíaco de andar eufórico,
nada presbítero, más bien sacrílego.

Amando nínfulas que sueña grávidas,
el vals acróbata cruza los vértices
llamando gráciles criaturas prístinas,
seres prolíficos de lo aún inédito.

Y a los arácnidos volverlos líricos
y a sus ejércitos juzgarlos rápido
mediante un árbitro de juicio ecuánime
que encierre en cárceles impunes pérfidos.

Y los políticos de gesto tránsfuga,
los impertérritos, los siempre cómplices
caerán patéticos en lo espasmódico
cuando lo enérgico les corte el tránsito.

Con lo poético del vals arrítmico,
que está en lo crítico de sus propósitos,
no pueden síncopes ni golpes fúnebres,
ni es por patíbulos que quede acéfalo.

Ni es por trifásicas que olvide históricas
luchas titánicas por lo inalámbrico,
por lo que ubérrimo se alza eufórico
y anuncia próximos cambios históricos.

Cuando el pobrísimo tome las cúpulas
y los famélicos tomen las Áfricas
y los indígenas tierra amazónica
y los mecánicos tomen las fábricas
y los utópicos salgan del prólogo
y los daltónicos pinten lo nítido
y los chuequísimos bailen de júbilo

ya lo terrícola será libérrimo
cual ritmo cíclico de un canto esdrújulo.

Blues: John Mayall - Crying

Llueve. Llueve como para ponerse a llorar.
No tengo los azules, tengo un gris de alma
con inundaciones en el corazón. Me duele
la luz de este anochecer líquido. Y el violín
de Don Harris.


John Mayall, el bajista Larry Taylor, el guitarrista Harvey
Mandel, y el baterista Paul Lagos, el violinista Don
"La caña de azúcar" Harris, el baterista Keef Hartley,
trompetista Blue Mitchell, el guitarrista Freddy Robinson,
y Victor Gaskin. Todos en 1970. Han pasado 44 años,
y no ha pasado nada desde entonces. ¡¡Godot!!

lunes, 3 de febrero de 2014

Siervo de la gleba

Me he mirado en muchos espejos pero ninguno
como el tuyo,
ninguno como tus ojos cuando al atardecer
se cubren de sombras o cuando al amanecer
se llenan de aquietada luz,
y así somos dos seres que paseamos
el mundo desigual e injusto,
y si te miro de soslayo y tu boca se abre
para oírme,
desde los bosques
el viento trae recuerdos de cuando éramos
esclavos y tristes.

Me he mirado en tus ojos una noche,
abatido, afligido tal vez por ruidos lejanos,
provenientes de cualquier frente donde la guerra
habilita, franquea las puertas a la muerte,
mientras en las plazas los hombres
guardan un fantástico, cómplice y difícil silencio.

Yo sólo soy un siervo de la gleba.

Un apelmazado terrón,
un pedazo húmedo de barro,
criado de la lluvia y de la selva,
siervo de sus fuentes verdes,
un paria un mancebo y un clown,
y hasta a veces soy una serena y sedosa lluvia
que lubrica a las sirenas allá en alta mar,
allá donde los barcos giran y se pierden por rutas
inválidas, inútiles de instantes fáciles.
Soy un siervo de la gleba en terreno del señor,
profundo esclavo lamido a latigazos,
mi carne macilenta cruzada
por hondos verdugones y cardenales
largos y melancólicos,
hoy en este solitario día catorce
de un año que no tuvo tristeza.

Soy un pordiosero
agregado a la embajada del dolor,
al asfixiante clima de pastos y rastrojos
por donde se arrastra la serpiente canícular
dulcemente devorada por el sol,
en España y en América, en mis geografías favoritas
y mi soledad claudicante.

Yo sólo soy un siervo de la gleba
que ama tus manos
porque tus ojos me miran
asustados
asustados.



sábado, 1 de febrero de 2014

De aquel amor me quedan estos versos

…de aquel amor me quedan estos versos
- Jesús Munarriz -


De aquel amor me quedan estos versos
estas torpes ausencias de vanos esmaltados
este paso incierto de sirenas varadas
de bocas amargas y balcones a la noche.

De aquel amor sin alivio de malvas
me quedan estos versos
y estoy dispuesto a dártelos
llevarlos a tu casa dejarlos en la mesa
pedirte que te quedes por favor no te vayas
rogarte dame un beso si lloro no es por nada
o quizás por la lluvia o tal vez porque fuimos
líquida causa enamorada
heroicos transeúntes
en el resbaladizo y barroco poema
lo que no desmerece
esta historia nuestra tan de invierno
o tal vez porque llueve
y nunca escampa.

De aquel amor me quedan estos versos
que ruedan como piedras
o vuelan como plumas
o son papel mojado.
Estos versos que no me cuestan nada
si acaso un arañazo que deja algún pasado
y cura en cicatriz con el paso del tiempo
del tiempo inacabado.

jueves, 30 de enero de 2014

Citas desinteresadas: Félix Grande

Ha muerto Félix Grande, uno de mis poetas
más cercanos, y quiero dejar un par de poemas
suyos para añadir versos al viaje.


Lo fugitivo permanece y dura


Mi recién conocida Loba
no nos pidamos groseras garantías

Que dure un día un año un mes
es lateral en el amor
Que se acabe es su precio
Que duela luego es su victoria

Seamos los servidores del amor
y jamás sus contables


Cierto que viene para irse

(Como nosotros
                         Como nosotros)




Elogio de las bestias


¿Sabías que hay bestias mansas y leales
que cuando pierden su pareja
husmean el viento con hocico furioso
atacan   braman    reflexionan
se niegan a comer     y giran    y enloquecen?

miércoles, 29 de enero de 2014

Acacias rosas

Aquí brotan alas,
de pronto se abren pétalos,
allí nevadas soluciones.
En medio de la noche
la voz de un hombre que llama,
la lechuza se defiende con su llanto:
un gemido viscoso deslizándose.
Reposar en tu vientre
tiene el sabor de flores amarillas
cortadas bajo la fría escarcha del invierno.
Llevo años soñando con un paisaje distinto.
En mis manos los nidos cobran vida:
se vuelven hormigas y semillas.
Sigo los pasos de naves distintas,
algunas varadas en arenas rojas
de un planeta que sueño entre lágrimas.
Aunque viva perdido
en el laberinto escondo
alimentos variados, sustento,
los víveres precisos para seguir buscando
caminos invisibles en la errática noche.
Bajo las acacias acaricié la luz
la cal de los secretos
y el silencio
de todos aquellos cuerpos
que antes de ser sangre
fueron míos.


lunes, 27 de enero de 2014

Nexus (3ª crucifixión)

Si acaso tengo un rato
y escribo que te quiero
adivina mi inocencia,
añade algún adorno
que ponga límites
a mi obsesión,
déjame un mensaje
que no sea sugerencia,
y donde el poema se me achica
eleva tus manglares,
testifica que es montaña
la zona virgen de mis llanuras,
come esta fruta pendular
ávida de labios y garganta
y hazme un ser de sexo neutro
con alas de ángel.

Miguel Romero, "Moro"

Me acabo de enterar de la muerte
del compañero "Moro".

Miguel, las revoluciones son momentos
inspirados de la historia.

"...un viento sur que lleva
colmillos, girasoles, alfabetos
y una pila de volta con avispas ahogadas."
-Federíco García Lorca. Poeta en Nueva York-

Salud y Revolución.


















http://vientosur.info/spip.php?article8677

sábado, 25 de enero de 2014

El grosor de las masas

Pero en su noche, grávida de mármol,
un vago pueblo, entre raíces de árboles,
por ti se ha decidido lentamente.
-Paul Valéry-

Llego levantándome
copa de coñac garganta y fuego
recojo el vidrio
la botella se vierte
viuda de mi padre saturnino
fratricida de mi hermano gemelo
de césar de juan de mí
el gollete sigue desaguando por afluentes
canales o bocanas
el rito
los ritos
la búsqueda que hace trizas
al hombre solitario
guiado por licores
la alquimia del hueso
el curso de las letras
el grosor de las masas
el volumen de la literatura
donde sangran los nudillos
las yemas de los dedos
la aspereza desgarrada de las uñas
su arañazo primero
la cal azul de la mirada
el vuelo de las aves
las aves mismas
o pájaros o fuego
de azucarado canto
que hacen gemir la fría llave
girando en su vitelina cerradura
misterios ocultos en el hermético pestillo
en el vientre céntimo
en el nido oculto.

Poema o padre,
hermano camarada
vil pellejo,
ahora te toca a ti levantar la mirada,
clamar como una mujer desnuda y tibia
subida a una roca,
un día que creyó, sin duda,
estar seriamente dispuesta al sacrificio.

jueves, 23 de enero de 2014

Debilidad

Soy su debilidad, diijo él. Ella le miraba extrañada, así que puso un disco y dio cuerda al gramófono. ¡¡Coño, Paul Chambers !! gritó el corazón de ella. La mirada de él.

Es la hora de la siesta de los pequeños burgueses, esos seres pequeñitos que llevamos dentro. Esquizofrénicos homeópatas que dictan qué sangre nos pertenece. ¡Ah los desclasados! El Jazz, la fuerza. Venid. 1959 era la medida, un espejo donde mirarse y así poder ser lo que no deberíamos padecer hoy. O sí. La dialéctica costumbre de la historia. 

Ya ves, dijo ella, con el corazón en un puño, mientras mantenía la mirada.


Gatos

Gato azul

















Gato negro

martes, 21 de enero de 2014

Ten

Muestra
di
insinúa o enseña
ten
acaso en la malva trinidad
de un pecado
o en ese triángulo de hilo
que se abraza a tu ingle
ven
como el lino
que se adapta a su pliegue
de aguas y se asola
mira ve
cómo en la arruga de esta
delicada tela
anidan
los secretos
que van diciéndote
toma
ten
ténsame
soy un encaje prendido
tal vez en el pubis
acabándose en blonda
hilando la sangre
llevándose
en ese molinete de viento
la mortal infancia
dónde fui tan feliz.

Toma este ten
tan sin ti.
Toma:
ven plegándote a mí.


lunes, 20 de enero de 2014

Tú, cuya mano, un poema de García Calvo: Amancio Prada

A LA CLASE OBRERA, QUE SIEMPRE TIENE MI AMOR
IRREFUTABLE, CONSTANTE,
PORQUE ELLA ES EL MOTOR DE LA VIDA.
PORQUE ELLA VIVE DERROTADA Y VIVE
ESA DERROTA COMO UNA MANERA INEXORABLE
DE ENTENDER LA VIDA.
A LOS QUE ME AMAN
PORQUE TAMBIÉN SON CLASE OBRERA.



Tú, cuya mano me ha bañado
de un fuego transparente las espaldas,
cuyos ojos en claros naufragios hundieron
algunos principios elementales de mi alma,
tú eres mi patria.

Tú, que no tienes apellido,
que no sé si eres pájaro o si alcándara,
que de todos tus brazos las letras de plomo
cayéndose han ido, como si fueran nueces vanas,
tú eres mis padres
y mi patria.

Tú, que ni tú te acuerdas dónde
tendiste a orear las nubes blancas,
que de tantos amores que tienes confundes
el nombre de todos los días de cada semana,
tú eres mi Dios
y mis padres
y mi patria.

Tú, que tan dulcemente pesas
que el cielo bocabajo se volcaba,
y que no se sabía de quién ya la lengua,
de quién la saliva, de puro sabrosa y templada,
tú eres mis leyes
y mi Dios
y mis padres
y mi patria.

Tú, que apacientas calaveras
por las praderas de la verde África
y a los rojos leones les echas de pasto
las rosas de leche de aquella luna de Sumatra,
tú eres mi ejército
y mis leyes
y mi Dios
y mis padres
y mi patria.

Eres mi ejército y mis leyes
y mi Dios y mis padres y mi patria,
y el ejército y Dios y las leyes y todos
los pajes y patrias se creen que tú no eres nada:
que no eres nada. 

Agustín García Calvo, en Canciones y Soliloquios (Lucina, 1976)
___________

miércoles, 15 de enero de 2014

Blues: John Mayer

Ya son las doce, o las tres, hora de la siesta aquí en el norte.
Un blues de estilo Hendrix  para una dama enamorada de John Mayer.

martes, 14 de enero de 2014

Dialéctica mecánica

Tiene el mar su mecánica…
-Pere Gimferrer-

Tiene el mar su mecánica como el aire sus norias
tienen las norias sus alas como el mar su nieve
o el cuerpo su caries como la madera carcoma
y como el viento sus hojas
el árbol tiene arenas que escupió el desierto
como el desierto su sal que recuperó del agua
como el mar sus noches y la noche su luz.
Tiene la luz su pena como el agua su libertad
o como las mañanas la espera de tener que alcanzar
una isla desierta ocupada por muchos
como el río su mecánica y mi mano su costumbre
de querer comprobar que las distancias
apenas son ausencias.

Tiene todo su armonía como la boca
su palabra y la muerte su ira.
Tiene la rabia su calma
como el mar sus mecánicas mareas
o el engranaje acerado sus dentadas aceites
como mi piel se lubrica de una saliva fría
o el frío su cálida temperatura de sexos
buscando su temblor
en la pausa templada de una mirada.

Tiene el mar su costumbre de ahogados
para luego dejarnos más desnudos que nunca
abandonados de todos y limpios para siempre
en una playa desierta.



sábado, 11 de enero de 2014

Tiene el mar su mecánica

Tiene el mar su mecánica como el amor sus símbolos.
Con que trajín se alza una cortina roja
o en esta embocadura de escenario vacío
suena un rumor de estatuas, hojas de lirio, alfanjes,
palomas que descienden……..
-Pere Gimferrer-


Yo tengo las manos blandas,
tú escribes en un libro, tomas notas,
recuerdas aquel invierno,
yo chupo las puntas de tus dedos
y te recito versos de un poeta veneciano:
“Qué pureza un desnudo o adolescente muerto
en las inmensas salas del recuerdo en penumbra”.
Las cortinas son cómplices
de esta ausencia de formas
aunque la penumbra señala
con un dedo mortal e impaciente
que todas las sombras van acomodándose
a persianas cortinas visillos entrevistos,
a tu encuentro de carne con placer de otra carne
que a nosotros sorprende
como un cristal opaco
de fisuras azogues berilios y cardúmenes,
porque tiene el mar su ausencia de musas
su grito mudo de sirenas varadas,
y tus ingles un misterio de costumbres
de ceros plenilunios
al borde desafecto de una prenda exacta
que no íntima
guardada en el cajón de la vida
junto a antiguos recuerdos.

Yo leo un diario, tomo notas,
tú lames mis labios
y consultas unas viejas cartas de amor
encerradas todos estos años en un sobre amarillo.





viernes, 10 de enero de 2014

Los inservibles (Versión libre)

Los defenestrados, los inservibles,
los incapaces de ser útiles en esta pocilga
nos sentimos vivos estando nulos;
como ausentes somos precisos
para renuentes artificios de imaginería.

Algunas noches oigo
desde la memoria heredada
el carro del campanillo*.




(*) El carro del campanillo, salía por las noches y paseaba a los rojos, en San Vicente de Alcántara, Badajoz. Para los que incluso ignoran qué significa “paseo” en lenguaje fascista, aclarar que “dar el paseo” era fusilar contra las tapias del cementerio, en el lenguaje universal de cometer asesinatos.

jueves, 9 de enero de 2014

Cabinas telefónicas

En las cabinas telefónicas
hay misteriosas inscripciones dibujadas con lápiz de
     labios.
Son las últimas palabras de las dulces muchachas rubias
     que con el escote ensangrentado se refugian
     allí para morir.
-Pere Gimferrer-

En las tiendas de mi barrio se esconden
mujeres asustadas.
Con un temblor triste
huyen de maridos celosos y violentos;
compran leche, lejía, escobas,
pan y algunos libros
que luego leen a escondidas
aprendiendo a huir, a soñar que sueñan,
a no cejar en los intentos
y por fin,
aprendiendo a volar, escapan
dejando un rastro de amores amargos,
superada por fin la baba del miedo.

Subiendo por centros gravitatorios
en islas remotas se refugian,
crean grupos fuertemente armados
conociéndose o tocándose,
amando la huella virgen,
el punto cero de su carne.

En las tiendas de mi barrio
no quedan cabinas telefónicas
pero sí un eco de mujeres
llamándose en la noche.



martes, 7 de enero de 2014

Metafísica 712014

Roza el macho curvo
la recta raja blanca
entra dentro deja puesta
en la percha del útero
la mácula señal o sombra
escribe el nombre del autor
del padre y de la madre
la fecha de la noche
los besos que se dieron.

La nota dice lo siguiente:
“Úsese este emblema de hombre
y no como bandera”.



lunes, 6 de enero de 2014

Tótem blues

A Shandy, que eligió el título y el  poema. (Yo el blues)

Reside en la tribu la piedra enajenada,
fue creciendo sobre el tallo culto,
sobre el árbol de la ciencia
y el acervo de la estirpe,
a la vez que crecía el río,
médula espinal de la cabila.

Allí impone su triunfo el elefante,
destaca su altura gris entre el verde,
blande el mastodonte, sobre su cabeza, la trompa
defendiéndose de sordas incursiones
hechas por escuadras que fueron a cazarle,
guerreros aulladores contra el bramido,
voceadores de doce compases barruntados
en el temblor de la tierra,
bajo sus patas retumban los tantanes al galope
avisando que llega un blues a la hora de la muerte.

Sudorosos y hambrientos esclavos,
locos de nostalgia, bajo su canto negro
echaban al fuego restos de carne roja,
fueron entregando relatos y memoria,
parte de su gesta al polvo
y sus cuerpos sobre hierba pisoteada y seca
para que fueran pasto de la intemperie,
sufrieran el holgazán frío de las noches: el tótem.

sábado, 4 de enero de 2014

Edit y Lot

La tocó al amanecer
con una mano temblorosa,
y sus dedos llenos de dudas
le hicieron alejarse de ella para siempre.
Tan sólo un murmullo de ropas
ciñéndose a la carne
le obligó a volver la cabeza
y ya en la calle
desde el cielo cayó una
lluvia de sal sucia y triste
cubriéndolo todo
de un negro muy blanco.



miércoles, 1 de enero de 2014

Amor

Amor que se consuma
¿termina?
No me voy solo
cuando salgo de vos.

Me llevo una parte
de ti tan mía
que no puedo
dejar de ser tú.

Ante mí
la dicha permanente
de un hombre sin acabar.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Citas desinteresadas: Tomasito

Compongo con una guitarra del Lidl:
50 pavos con afinador y todo.
Y el día que tenga frío la echo
a la candela ligero.

domingo, 29 de diciembre de 2013

Blues: Lonnie Johnson

Ya son las doce. Sonny Boy Williamson, presenta a su compañero:
Lonnie Johnson. Era de  Nueva Orleans, Luisiana.

Con esa precariedad

Con esa precariedad de las cosas que duelen
los órganos del cuerpo dan aliento
o sustento para seguir latiendo
con esa brevedad,
así, pacientemente, añadiendo al grumo sanguíneo
granitos de maíz, de arroz, de seda resignada,
periódicamente en el paisaje busco el alimento dócil
que benévolo, a los mansos nutra.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Citas desinteresadas: René Char

A todas las comidas comunes invitábamos a la libertad a sentarse
con nosotros. El lugar continúa vacío pero el cubierto continúa puesto.
...................................................

Curar el pan. Sentar a la mesa el vino.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Silencio

Aturdido por el silencio del bosque lanzo una piedra contra la lluvia y el viento la empuja un poco y cae al suelo rueda y no se levanta inmóvil espera que aún la ayude un poco más y vuelvo a lanzarla contra el árbol más cercano se eleva como ala rota y cruje entre las ramas cae una ramita seca y queda inmóvil en el suelo esperando que la levante y la ponga verde más verde más verde grita y sus gritos se unen al silencio a la piedra al viento a la lluvia. Un poco más lejos tengo otra piedra a la vista. Y de repente no hay árbol esperando en el bosque. Y el bosque se borra lentamente. Yo tengo en la mano una piedra.


lunes, 23 de diciembre de 2013

Epíteto muy arbolado

Corindón o esmeril pedernal
la chaira recorre los filos de la carne
magulla y gorgorea
hacia la oreja enfila la aguda punta
a escasos centímetros
quiebra
brevemente merodea
luego acaba hiriendo
donde la sangre brota con un gemido
de peces que se ahogan

de aspas y hélices fraguándose
en un murmullo de abanicos

proveniente de esa zona de la garganta
hecha cuna un instante
hecha cueva de oscuros y silenciosos pasillos
habitáculo donde mora el vital veneno.

Y muere misteriosamente.

Acaba en ese instante de bramantes
que exigieron el oscuro filo
para derramarse al vacío encerado

de un embadurnado hilo meciéndose

p
 é 
   n
     d
       u
         l
          o

de anímicos cuajos:
todas las maderas sangran
como una garganta sin voz.



jueves, 19 de diciembre de 2013

Blues

Ya son más de las doce, son más de las trece. Casi las catorce. Últimamente me levanto tarde por razones personales que no vienen a cuento y los blues de las noches se presentan con doce horas de retraso. Este blues se lo dedico a mi compañera. A ella. Este blues de mi querido y admirado Rory se lo dedico a Lola, que me estará escuchando, a Bipolar que me estará viendo, a las amapolas que nacerán esta primavera. A Nines, que quiere leer, leer. A Carmen Muñoz que comparte admiración por el bluesman irlandés. Al ruido. A la furia. Este blues está dedicado a las personas que me quieren, porque sí, porque también, por qué no. A Juli, a Manoli. A Anxo Manoel, que no para de hacer blues. A David, que hace música, incluso cuando te mira. A los cinamomos que dejamos en el pasado como si fuera pasado. A los cuervos que vuelan sobre los vosques buscando la b que les llene el buche, ahora que las heladas queman los alimentos. A Xela, que me regala blues. A Jorge, que los hace con la palabra. A los pobres. A los asalariados, que también son pobres. A Lenin que siempre se equivoca, porque no supo salvarnos. A los barcos de pesca. A los peces. A la contradicción de ambos. A Trostky que sufrió las consecuencias. A mi admirada Soco. A mi querido Eloy Sanchéz, que tiene un blues en forma de libro. A Maricarmen, que este año la han despedido de su empresa después de cuarenta años de duro trabajo, y aún así sigue sonriendo. A los que se me olvidan porque no me da la gana recordarlos. A una novia que tuve alemana. A mi madre que le canto blues y sonríe. A Jose, que trabaja en el diario El Progreso, hace fotos y camina también por el blues. A Fina, que tiene un blues con su nombre, pero ella no lo sabe. A las putas amapolas que son rojas y las quieren teñir de llanto. A los que se me olvidan porque no quiero que su recuerdo me haga sufrir. Al tren. A Miguel por su blues de este verano. A mis muertos: tengo unos cuantos cientos, muy cerca de mi historia. A los poetas que me enseñaron a vivir, sin ellos sería un ser mucho más jodido de lo que ya lo soy. A Félix G. porque lleva un blues dentro. A Ángeles Cortizas, por compartir cientos de blues. A Ana Torres que tiene blues en la cabecera de su cama. A Manuel Fernández, que me enseñó que una mirada es otra verdad, siempre distinta a la anterior. A la mentira y a la verdad, que caminan siempre juntas, siempre van en pareja. A los que nunca mienten. A mi vida, que se merece el reposo de muchos blues. A ella que quiere compartirla conmigo. A la verdad, porque es revolucionaria. A los árboles. Al viento, que gracias a él los árboles dejaron de ser sordos y recuperaron el habla. A Inés González, que también sabe de blues. Y a todos los amigos que sabemos que nuestro mejor tiempo ha pasado y el futuro se presenta negro como los cojones de un grillo. A José Horacio Martos: grande. A Amelia Fernández, prima chiclanera. A Alejandro, un electricista que fue Secretario General de CC.OO. en el cinturón rojo de Madrid, y sigue de electricista. A los que se me olvidan porque mi memoria se llena de cadáveres. A los obreros de la construcción que ahora son burbujitas en las olas del mar. Al Blues.