Hice proselitismo: mis palabras
cubrieron la arena del desierto.
Mas allí todo era mudo.
Busqué las cuevas dónde nacían las aguas
y encontré a un hombre curtido por el sol
que plantaba semillas en su huerta.
Su manos de barro y madera.
Había comenzado la travesía
en busca de las fuentes.
Las arenas del desierto de inútiles dunas
iban navegando la noche
como una barca a la deriva
entre tormentas de arena.
Arriba la luna murmuraba un lento silencio
de hombres perdidos en la sed.
Tal vez no acabe nunca de hacer este poema. -J.M. Caballero Bonald-
sábado, 17 de octubre de 2015
lunes, 12 de octubre de 2015
Polen
Hay flores como lirios, también hibiscos, alhelíes y frondas verdes que marcan el límite de las cosas. Prímulas, celindas, o la flor del cinamomo, azucenas, cinerarias, la rosa, el dulce recuerdo del pelargonio, siemprevivas, geranios: el listado infinito que lleva a la inmortalidad, porque el túmulo siempre lo hicieron florido por tradición o por la simbiosis del polen con el cadáver.
miércoles, 7 de octubre de 2015
lunes, 28 de septiembre de 2015
Akhal-Teke
Y tú, tú tráeme un caballo sirio
cuando vayas al mundo a pedir explicaciones
de tu abundante errar,
de tu náufrago interior sin barcos ni remos
por desiertos, praderas o mares muertos;
tú tráeme un caballo sin bridas
de tus continuos viajes
alrededor del mundo o de tu piel,
deja que yo le ponga bridas al trote
y aprenda a llevar bajo mis muslos
un caballo salvaje con ojos de arroyo claro,
deja que él y yo sepamos más de ti,
que tu cabellera sea la crin que ahora sostengo
entre mis dedos, vacíos de ti,
y que palpan, en un relincho,
el aire, como una queja.
cuando vayas al mundo a pedir explicaciones
de tu abundante errar,
de tu náufrago interior sin barcos ni remos
por desiertos, praderas o mares muertos;
tú tráeme un caballo sin bridas
de tus continuos viajes
alrededor del mundo o de tu piel,
deja que yo le ponga bridas al trote
y aprenda a llevar bajo mis muslos
un caballo salvaje con ojos de arroyo claro,
deja que él y yo sepamos más de ti,
que tu cabellera sea la crin que ahora sostengo
entre mis dedos, vacíos de ti,
y que palpan, en un relincho,
el aire, como una queja.
viernes, 25 de septiembre de 2015
Libros
Llega hasta mí la humedad
de las hojas muertas
ese dulce aroma de los cuerpos
sonando muertos cuando caen
apaciguados por el cardinal otoño.
No acaban aquí sino que empieza
a crepitar su carne de papel,
como la madera o la felicidad,
se hacen tiempo.
Ahora la nada toma cuerpo
y todo se agranda en el contrario.
El otro nos distingue.
Leo libros ocres y marrones
que luego regresan obedientes
a su aparente silencio
de baldas y anaqueles.
Hay en su carne de papel
un ruido de hojas muertas.
domingo, 13 de septiembre de 2015
Falocracia 20
Al amanecer,
cuando las cosas pequeñas vuelven a la vida,
y los retratos de los espejos
se quiebran en el cristalino,
me he tatuado sobre el pene
un pene de veinte centímetros
lo cual me ha proporcionado una perspectiva
distinta de las cosas grandes de la vida.
Por ejemplo ahora lo veo todo
desde la importancia que tiene
ser un hombre empequeñecido
por la responsabilidad voluminosa
de los asuntos de la vida
y el trafago del hombre y su destino.
He borrado el tatuaje con tinta de calamar
y de nuevo vuelvo a ser el molusco
que tanto deseas tú
y el mundo que me rodea:
mis tentáculos de gelatina
anidan en oquedades precisas.
Llueve en el norte. El glamour del gris.
Feria de las vanidades en el resto del país.
Las antorchas de la noche buscan
a un hombre.
cuando las cosas pequeñas vuelven a la vida,
y los retratos de los espejos
se quiebran en el cristalino,
me he tatuado sobre el pene
un pene de veinte centímetros
lo cual me ha proporcionado una perspectiva
distinta de las cosas grandes de la vida.
Por ejemplo ahora lo veo todo
desde la importancia que tiene
ser un hombre empequeñecido
por la responsabilidad voluminosa
de los asuntos de la vida
y el trafago del hombre y su destino.
He borrado el tatuaje con tinta de calamar
y de nuevo vuelvo a ser el molusco
que tanto deseas tú
y el mundo que me rodea:
mis tentáculos de gelatina
anidan en oquedades precisas.
Llueve en el norte. El glamour del gris.
Feria de las vanidades en el resto del país.
Las antorchas de la noche buscan
a un hombre.
miércoles, 9 de septiembre de 2015
EGO ISMO (Las vanguardias)
No sé si soy egoísta cuando pongo un poema mio, aquí. O son eghoistas los otros cuando ven la hache intercalada de mis versos, y miran para otro lado. ¿Qué les aturde que yo no contemplé con la humildad precisa y suficiente como para no publicar un poema que forzaba la hache, que forzaba la máquina de los versos a una comprensión impropia de este medio? ¿A qué comprensión de quién se debe el poema? ¿A qué soporte anímico la fuerza del molde que soporta un modelo? Troquel presionando, cortando los bordes del poema. Esas excrecencias que siempre vomita el fuego del verso, tan sumamente egoista. Me alimento de tildes. La tarde es continua. Continúa el día. Los dias. Y mi vida hambrienta de ti. La vanguardia de tu sangre. Los perros ahúllan porque la noche es de ellos. Quito la hache intercalada.
martes, 8 de septiembre de 2015
Otra ruta
Otra ruta,
otra casa,
otra ciudad,
los lugares
van dejando
su piedra
sobre la sien caliente
del hombre,
su soledad
y su agua
entre las manos
vacías.
Sus ojos buscan
la puerta cerrada
que abra la vida
a la noche
de las fraguas
donde él
forjará siempre
el ojo de pájaro
que le lleve
a encontrarte,
ciudad dormida,
casa encalada
de alma,
de geranios
blancos
rectificando
la luz de la luna.
martes, 25 de agosto de 2015
Residuo
Cuando yo amaba a Celan y tenía fuerza
y vigor para defenderle
de la poesía de otros,
aquellos arribistas que se atrevieron
con el arado de la pluma a rasgar el papel
que el poeta dejó en silencio,
como una seda húmeda en la noche,
letras de agua bajo el puente Mirabeau
en París y primavera.
Cuando yo aún tenía fuerzas
y no era un residuo gris
y las mujeres amaban mi cintura
de revólveres.
Y los poemas inmensos de Pablo de Rokha
clavados en el pecho
eran una sábana azul de cielos
inconclusos.
Cuando todo lo que amanece
ya amaneció por los siglos de los siglos.
y vigor para defenderle
de la poesía de otros,
aquellos arribistas que se atrevieron
con el arado de la pluma a rasgar el papel
que el poeta dejó en silencio,
como una seda húmeda en la noche,
letras de agua bajo el puente Mirabeau
en París y primavera.
Cuando yo aún tenía fuerzas
y no era un residuo gris
y las mujeres amaban mi cintura
de revólveres.
Y los poemas inmensos de Pablo de Rokha
clavados en el pecho
eran una sábana azul de cielos
inconclusos.
Cuando todo lo que amanece
ya amaneció por los siglos de los siglos.
miércoles, 19 de agosto de 2015
Agonista
Toco tu frente. Pienso.
Toco tu pelo. Un instante.
Todo cuanto toco lo deseo tocar.
Toco tus labios. Hablo,
digo cosas que hasta a mí me sorprenden,
digo incluso que te amo.
Digo norte y busco el sur nublado
de tus muslos,
y de nuevo toco tus labios.
Y pienso. Y me sonrojo.
Toco tu espalda
y añado palabras al haz de leña
al que llamo poema.
Toco la planta de tus pies
y corro sobre la nieve
que fue dejando como un rastro
mi carne encendida.
Toco dilema y te beso
y cierro los ojos y no hay nadie.
Estoy solo y me doy por apagado,
sobre las cenizas hay una huella.
Todo lo que fui, ahora lo soy.
Hay un sordo y un ciego,
uno sobre el monte que corona mi vida,
el otro al borde de un camino
que nunca quise tomar.
martes, 11 de agosto de 2015
viernes, 7 de agosto de 2015
Ruiseñor
Bajo a la calle bronce como si alarde fuese
mezclarse entre la savia de un día amargo.
Pienso que si viviera un viernes
no tendría esta nostalgia
tan propia de lo eterno.
Ya sabes: había un mandarín ciego
allá en la China de 1113
que ingería ojos de ruiseñor
todas las mañanas.
Ver y volar es algo propio
del canto triste de las aves.
Gladiolos grises
Cuando venga la noche de animales fatigados en lo oscuro,
en derredor nuestro nacerá una espiga mortal de latitudes,
una orilla genial de vinos y vapores,
el amargo regusto azul de los sarmientos.
Cuando venga la noche, que venga pronto,
podremos descorrer las cortinas, levantar las persianas,
que nos invada su luz y que el sol contamine
las arteras sombras que viajan a lo oculto,
hacia el ojo negro que no ve jamás el brillante fulgor.
La llama que arde en nuestros corazones
va dejando un rastro de fuego
que olfatean seres mestizos
con el paladar de un ave y los ojos de un ciervo.
Esta noche acariciamos el lodo
y nuestros besos tienen el sabor difícil
de gladiolos grises quemándose.
Distancia
Toda longitud deriva en distancia
porque así el hombre lo comprende
dándose como regla
el punto de partida
también el de llegada.
Ante esa fórmula geométrica a la que señala
con el nombre de esperanza,
se esfuerza en el cálculo,
dedica su tiempo al suplicio de lo culto,
crea enormes expectativas,
necesarias, dice, para darse a conocer,
que los otros sepan de su existencia.
Así, también yo,
denunciando mi sudor pereza,
voy hombre reduciéndome gota a gota,
condensándome, destilando de mí
este yo que me integra a la vida
y su rutina de siglos,
me soporta, va a mi encuentro
con la dolorosa obligación de hacer de mí
un buen poeta,
en ese instante que deduzco
que la literatura me necesita,
me incorpora a su claustro,
y pienso
si yo en estas horas de búsqueda,
después de tanta espera,
no habré llegado a la conclusión
de que toda llamada desde lujosos salones
mejor ignorarla,
no tener en cuenta cantos de sirena.
Así, descabalgado el caballero de la letra impresa,
desarmado de plumas y tintas,
reunióse con su mejor yo.
Acogiéndose desde su hebra de gusano
a su labor de hilador
se dio al olvido hartándose de memoria
hasta que se le hizo tarde,
olvidándose,
platicando con borrosos mensajes
en una lengua desconocida,
donde incrustados jeroglíficos eran un tú
insalvable.
Se dio a la oscuridad y sus siniestros andamiajes,
y haciéndosele tarde,
se hizo retirado.
miércoles, 22 de julio de 2015
Vino
Vino afrutado tu boca clama
vino de uvas
encadenadas
que vengan cántaros a llenarse
como cuando se llenaron tus pechos
ante los míos de pámpanos eléctricos
elixir de ánforas fenicias.
Vino trepando
tu boca implora
como cuando se llenó tu paladar
de mi sombra blanca
que arrastrándose fue flor de vid
gozándose
libando en tu garganta cualidad de mí.
Oh! los vinos corriendo
como saliva
de tu lengua a mi vientre
ah! tu lengua bebiéndome
bebedora de vinos
vinos glaucos
amargos en la despedida.
sábado, 4 de julio de 2015
martes, 30 de junio de 2015
Ave de presa
Como un temblor acudes a mí,
por el aire danzando
pluma negra de águila,
con ella escribí en el viento
un canto sencillo y un graznido
de noche oscura y vuelo tardo.
Y a esa noche de alas extendidas
la veo,
la veo ahora
llevándose en sus garras
los poemas que conseguí
arrebatar a otros pájaros
menos avezados en el arte
de la sobrevivencia.
Veo a los pájaros sin alas,
rotos y ciegos,
descendiendo la sangre de la noche.
jueves, 25 de junio de 2015
A Jesús Cava Baja
NO ME DEJES AHORA
Seguir caminando sin volverse loco,
continuar recordando tu nombre
por las calles de Atenas Móstoles o Paris,
bajo la lluvia y los robles, entre los helechos
o la húmeda vegetación de una ciudad perdida.
Seguir aunque los hombres pierdan la piedra
que los orienta. Sólo en las esquinas
se citan las mujeres para dejarse acariciar
por manos y labios vertiginosos y puros.
En otoño, bajo las hojas muertas, aparecen en los parques
los cuerpos inertes y lánguidos de seres solitarios.
El poeta Eusebio Verón que jamás hizo público un verso,
fue encontrado muerto
una fría tarde de espesa niebla
bajo las ramas bajas de un boj.
En los bolsillos de sus ropas sólo se halló una llave,
en su mano izquierda un lápiz con la punta quebrada
y su mano derecha fuertemente apretaba una hoja de bloc.
Tuvieron que quebrar sus dedos
para poder leer entre las arrugas del papel
los siguientes versos:
“La palabra siempre es otra. Tú lo sabías,
mírame, ese era el misterio,
no me dejes ahora.”
domingo, 21 de junio de 2015
jueves, 18 de junio de 2015
Unas rosas cortadas
Se levanta a las
nueve
o se levanta de
meses
y sobre la mesa
pone
unas rosas
cortadas
y el tiempo en
ellas se detiene.
A través del agua
van abriendo sus
pétalos
y él mira las
rosas
desde las nueve
veces
que cayó
derrotado
en la extraña
madrugada
que llenándose de
meses
sobre la mesa
pone
unas rosas
cortadas.domingo, 14 de junio de 2015
Navegando las maderas
No hay más arte que ese que muestra el otro 'harte' (hartazgo, tal vez) oculto en la labor entrañable de la carcoma intentando construir su nido en el alma endulzada -su alimento- de la madera. Los caminos que el coleóptero recorre y su persistente roer, ese otro sonido de músicas son el culebreo nostálgico de la vida: los quiebros realizados por el cuerpo y sus paisajes. Su lento y sinuoso navegar. Y allí no puso nadie un sólo dedo. No hubo caricias que dispersaran la misión del artista en su labor de larva. Bajo tierra hay una madera que nunca se pudre. Es la raíz tal vez de aquel cementerio marino de Valéry:
Pero en su noche, grávida de mármol,
un vago pueblo, entre raíces de árboles,por ti se ha decidido lentamente.
O es, al fin y al cabo, ese trozo de madera, aquel mascarón de proa, roto, astillado hasta la saciedad, de un mar incesante burlando las naves por las sendas embravecidas del agua: “El mar, el mar, sin cesar empezando”.
lunes, 8 de junio de 2015
Piedras, piedras
Piedras, piedras
arrojadas al
fondo de un profundo lago.
Con cada piedra iba
un pensamiento.
Ata un hilo a una piedra,
la línea
argumental escribiéndose,
tirando de él
saboreas el lodo.
Ya no te queda
casa,
paredes que
sujeten lo que tú piensas.
Al fin y al cabo
siempre estás sólo.
Nadie te
acompañará,
aunque hay una
mirada
comprensiva de
los demás
en todo lo que
haces.
Las piedras van
apilándose.
martes, 2 de junio de 2015
A Paul Celan
1
Mira esa hoja que ya no cabe en el árbol,
numérala, di si al ser ella un número
improbable, razón tiene su existir,
si debiera caer o volar o también morir
antes de que el otoño
afecte a sus hermanas, hojas como ellas,
que supieron escoger un lugar,
un orden en las ramas,
acomodarse un sitio en la vida,
al sol, más o menos fácil.
2
Parte de la nieve que tú bebiste
se fue hacia fuentes y manantiales
llevándose de ti un recuerdo tuyo
que pasó entre las piedras
sedimentó en las rocas
y fuiste parte de un paisaje de agua
que se acordaba de ti.
3
Afuera hay un árbol que proyecta una sombra.
Los niños juegan a saltar sobre ella.
El árbol tiembla.
Mira esa hoja que ya no cabe en el árbol,
numérala, di si al ser ella un número
improbable, razón tiene su existir,
si debiera caer o volar o también morir
antes de que el otoño
afecte a sus hermanas, hojas como ellas,
que supieron escoger un lugar,
un orden en las ramas,
acomodarse un sitio en la vida,
al sol, más o menos fácil.
2
Parte de la nieve que tú bebiste
se fue hacia fuentes y manantiales
llevándose de ti un recuerdo tuyo
que pasó entre las piedras
sedimentó en las rocas
y fuiste parte de un paisaje de agua
que se acordaba de ti.
3
Afuera hay un árbol que proyecta una sombra.
Los niños juegan a saltar sobre ella.
El árbol tiembla.
viernes, 29 de mayo de 2015
17 palabras
Tengo sobre la mesa unos 17 libros de poemas.
Diez y siete poetas que hablan del mismo poema
repitiéndose en cada página
golpeando con sus distintas voces
el mismo poema una y otra vez
las mismas palabras sonando eco en el tiempo
y el viento las arrastra
se mezclan los versos entre sí
se prolongan a través de las estaciones
y los años
los une el frío y el calor
los une la soledad y el miedo
los mismos poemas reflejándose
abrazándose entre ellos
desgarrándose en estos diez y siete libros
que tengo sobre la mesa
de 17 autores distintos
gritando
pidiendo amor cada uno de ellos
pidiendo “yo soy” cada uno de ellos
cada uno de esos 17 poetas que también soy yo
ellos solos
los mismos poetas
que entre sí se desconocen.
A veces tan sólo hacen falta
diez y siete palabras
para amar a un hombre.
Cuéntalas ahora.
jueves, 28 de mayo de 2015
Sin título
¿Qué hace la vida por mí
que yo no haga por ella?
que yo no haga por ella?
¿Dónde nos reunimos esta tarde?
Han pasado los años
y la incertidumbre es mía.
y la incertidumbre es mía.
Cuando amabas mi luz
apenas quedaban velas encendidas
en el porche.
apenas quedaban velas encendidas
en el porche.
Aquella penumbra aún se descuelga
de nuestros hombros,
cae al suelo. Se llena de sombras
la madera muerta del bosque.
de nuestros hombros,
cae al suelo. Se llena de sombras
la madera muerta del bosque.
Los pájaros la usan para alimentarse.
Nosotros buscamos abrigo en ella.
Nosotros buscamos abrigo en ella.
jueves, 21 de mayo de 2015
Dalias
Si dejas reposar
unas manzanas de la lluvia
y te abrazas al
aire de unas dalias,
y al pájaro cenital que te sosiega la cintura
lo alimentas con frío...
Si apaciguas con
muslos las enaguas
y tus rodillas tiemblan.
Si notas la tierra en tus tobillos...
y tus rodillas tiemblan.
Si notas la tierra en tus tobillos...
sábado, 16 de mayo de 2015
Semillas
Si para curar las
alas rotas
de nuestra carne
acaso la semilla
fuera necesaria
sembraríamos
sangre
gota a gota
para tener una
cosecha
de cuerpos sin heridas
que removieran la
tierra
con alarde de
pájaros
y un arado de dedos
buscando bajo la tierra
tu barro y mis plumas.
miércoles, 13 de mayo de 2015
La ciudad se refugia en el hombre
Vago por la ciudad. Entre los labios
de buscar besos llevo un pitillo de niebla
con brújula de oro que enciende mi alma
echa de trojes desvanes y recuerdos amargos
y mis manzanas carnales cuelgan secas
de la noche personal que soporta mis pies
de caminante. Y subo para bajar miro para ver
voy sin rumbo fijo por calles violetas
llenas de rosales grasa y ropa tendida.
La vida también resbala en los adoquines
del hombre. Una puta en el portal
me advierte que estoy en zona hambrienta
sus pechos de hecatombe brillan desnudos
ofreciéndome pasar una noche de luz
si madrugo de sol entre sus muslos.
Arriba la catedral rebosa de pobres.
Con escudillas y gorras prolongan sus brazos
gimiendo por un puñado de monedas.
Pero nada como tus brazos rodeando mi nuca
recuerdo ahora mirando cómo los gatos
maúllan y se aman lentos entre cubos de basura.
En la tasca me ponen un vino tinto peleón
que deja raspaduras de llanto
en mi garganta y recito un poema para adentro
mientras afuera la ciudad se refugia en el hombre.
sábado, 9 de mayo de 2015
Merecido final
Ayer por la tarde, cuando los grillos cantaban
y las nubes recelaban del sol,
apareció colgado por un hilo de esperanza,
de un viejo cerezo
con más de sesenta años de cerezas
a sus espaldas
y ramas cargadas de recuerdos,
un poema.
y las nubes recelaban del sol,
apareció colgado por un hilo de esperanza,
de un viejo cerezo
con más de sesenta años de cerezas
a sus espaldas
y ramas cargadas de recuerdos,
un poema.
Cuando descolgaron el cadáver
de papel blanco tamaño DIN-A4,
en uno de sus bolsillos se halló
una nota que decía:
mi existencia no tenía razón de ser,
nadie me leía.
de papel blanco tamaño DIN-A4,
en uno de sus bolsillos se halló
una nota que decía:
mi existencia no tenía razón de ser,
nadie me leía.
El forense encargado del deceso comentó:
“Nunca me gustaron los poemas optimistas.”
“Nunca me gustaron los poemas optimistas.”
Diario
Después de mil años intentando fotografiar a un grillo CANTANDO, (tienen un oído muy fino) ayer me disfracé de aire y con paciencia de brisa, pillé a este en la puerta de su madriguera, de culo y con los élitros en plena función. Después regué unas tomateras de kumato, mientras silbaba "Palabras para Julia" de Paco Ibañez. Por la noche cené con unos poetas.
miércoles, 6 de mayo de 2015
Resumen de unas palabras talladas en unas tablas de piedra (Más tarde se demostraría que eran falsas)
I
La babosa que
anduvo desnuda y lenta,
arrastrándose
toda la noche,
dejó reliquias de
semen por la alcoba,
un collar de
estrellas en tu piel,
un periplo de
natas y rescoldos
de éxodo y
saliva.
Su baba lubricó
nuestro amor lo suficiente
y amarnos nos fue
fácil.
Quédate a mi lado
pídeme que no me
vaya.
Te quise como se
quiere
cuando se quiere
siempre.
Un perdón inútil
y un tú lo sabes
no me abandones,
ayúdame en los
trámites.
Y un hasta luego
repíteme aquel
beso
que quiso ser
solemne.
La baba se secó y
ya me has olvidado.
La babosa jamás
ha vuelto.
II
Fue mucho después
de haber amado a la babosa
cuando ella se
dio cuenta de que nunca podría recuperar
el sentido blando
y lechoso del esperma,
su pegajosa
temperatura;
el rastro de baba
que dejó el gasterópodo en sus labios
la encadenó a la
miga blanca humedecida en leche
y en su memoria
no hubo sitio para amantes
aunque fuesen
hombres con pene de lombriz.
martes, 5 de mayo de 2015
El incidente ha terminado
"Lilí, ámame... Como se dice: El incidente ha terminado..."
Vladimir Mayakovsky, Varvara Stepanova, el crítico de arte Osip Beskin
y Lilya Brik Brik en la casa de "Gendrikov Street".
Foto de Alexandr Rodchenko, 1928
Vladimir Mayakovsky, Varvara Stepanova, el crítico de arte Osip Beskin
y Lilya Brik Brik en la casa de "Gendrikov Street".
Foto de Alexandr Rodchenko, 1928
lunes, 27 de abril de 2015
Cumpleaños feliz: 5 añitos
Este blog cumple cinco años. Hoy. Encontré este comentario mio en una de mis respuestas a Raúl Campos, un viejo seguidor del blog:
"Un blog no es un escaparate del Corte Inglés para mostrar las intimidades de la última moda. Un blog es una ventana abierta al debate. A la controversia. A la polémica. Y un blog es lo que su “dueño” (que asco la propiedad privada) quiera que sea. Pero no debiera. También tiene que ser lo que los demás deseen. A partir de ahí el tema a tratar será lo de menos.
¿Qué son los blog en muchísimas ocasiones? Un escaparate del ego elevado a potencias de central nuclear cuando da el pedo. Y la perdida de seguidores acojona al dueño del susodicho blog, no sea que su soledad vaya en aumento teniendo en cuenta lo triste que puede ser un blog-monologo. En este caso la alternativa sería mirarse es el espejo."
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