jueves, 14 de julio de 2011

Yo era un hombre sordo

Yo era un hombre sordo
un indio sin pradera.
Un torvo asunto del desorden,
un chico de barrio desclasado y torpe.
Yo era un poeta enamorado
un peligro público
que desde los balcones
arrojaba versos y camisas.
Era un obrero del oeste
que miraba al sur
que buscaba desde las altas grúas 
el sur.

PLANO



Yo el diferente como jamás hubo otro
el desigual y el deseado
casi único
yo el pobre hombre de ruedas melancólicas
que giran en el alma torbellino que no tengo
evocador de pinceles y de óleos
que pintan en el lienzo de mi corazón
tu ausencia: el perfil de los locos
o los ecos de esa palabra triste.

Yo el ansiado de ojos verdes y azules
de piel de cristal
de cielo y temple
pintura de Kokoschka
marea alta entre tu recogido pelo
un bote a la deriva
un mensaje en la botella
que rueda sin remite
por la mar de nadie.

Yo dibujo el agua
escribo sobre ella
siento esta brisa de la mar
y extraño aquella equis de la escuela
cuando juntaba la s y la c
y creo que fui feliz jugando al amor contigo.
Diversas sombras cruzan mi memoria
aún adolescente
vuelvo a dibujar con el humo
y en un trazo largo
de pincel encendido
apago el cigarro
y sorbo del café
el final.

lunes, 11 de julio de 2011

Hay un lenguaje roto

Hay un lenguaje roto,
un orden de las sílabas del mundo.
Descífralo.
-José Ángel Valente-



Hay un lenguaje roto
una historia escrita por extrañas sombras
figuras solitarias
otras cosas que nos son desconocidas.
Hay un orden en el desorden de la única
sílaba
que cubre el mundo
emisión de voces dicen los sinónimos
conjunto de letras
que hacen eco en el orbe
recordando que tu condición de humano
(ser poniente líquidamente gaseoso un día)
es resolutivamente catastrófica.

Vete a la luz. Marcha. Huye.
Ir como una mano sobre la geografía.
Acariciar un cántaro como un agua
soportar la sed que ocultan los barros.
Rozar el silencio de la alfarería.

Hay un orden en desorden de las cosas.
Tómalo.
Mézclate inteligente materia
que duerme en los diarios.

UN PAÍS SIN HUELLAS

Para Ana Rodríguez Lago
 

Ya no me queda nada.
Apenas aparcado
resumo la noche,

con los ojos cerrados
voy viendo el color negro
en el fondo lejano
de un punto de luz.
Tus ojos me hacen falta
para que dentro de mí
vean
la mirada torva
de sangres irascibles,
este andamio de huesos
que quieren dirigirse sin prisas
a la duda.
Ya no me queda nada.
Una burla extranjera
va vistiendo esta carne
de pétalos de rosa
viejas canciones viejas
y ropa de arrieros.
El jabón de nadie
lavándose conmigo
y ya es nuestra la carne
que tarda en decidirse

si detrás del poema
aun puede haber alguien.

viernes, 8 de julio de 2011

luna llena

Como esdrújulas pones imanes en tus sienes
y desde allí orienta la luna su furor de metal
los insuficientes besos que nunca quieres darle.
Inactiva se activa la palabra en tu lengua
de ella parte un tren cargado de palabras
que laxa pronuncias contra el lodo ancestral.
Tu labio leporino abierto a la maldad
oquedad entre dientes cuando el lirio blanco
fue puesto sobre tu carne fogosa y gélida.
Cercana ya la tumba una carta escribiste
con espinas celestes y perfume de rosas
contra el húmero negro que invadió tu tintero.

La muerte tiene aroma de cieno y miel
sabor a un beso dulce que no te dio nadie.

Si te mira la luna debes abandonarte.

El origen del mundo


Te quiero caliente, enferma.
Con fiebre. Enajenada.
Te quiero inútil. Sin fuerzas.
Y quiero tu coño azul
temblando entre mis dedos
cálido y sediento
templado
como un metal noble.
Y si estás ausente y te preciso
será en las arenas
cerca de las playas
que se resignaron
ante la continua tormenta
ante este temporal
de muslos abiertos
ante estas ruinas
dónde mi falo de poeta
pone semen de miedos
en tu sexo
hinchado y cobarde.
Preciso tus manos en mis testículos
calentando una promesa innoble.

martes, 5 de julio de 2011

MISTERIO

No ha de tomarse esto como se toma un tren en marcha, dijo ella. Ten calma. Bésame primero. Sigue cariño que ya te quiero. Despacio amor, que yo te dejo. Yo me dejo tocar siempre por ti, pero si quieres penetrar en mis secretos, eso sí, debes tomarme como se toma un tren en marcha.


QUÉ PENA

Qué pena que no me nombres
ahora que empiezo a desaparecer
de los diccionarios
y ya no soy una palabra
sino un milagro que merodea el agua
de los charcos
el agua de lluvia
gota a gota borrándose
de los labios sedientos.


Ahora que va cayendo lenta
la lluvia como un dibujo antiguo
y la oigo levantarse
entre nubes apagándose con la lentitud
de la belleza que tienen todas las criaturas
que van a morir.


Ahora había que lavarse delante del espejo
comprobar que la carne guarda algún despojo
de sueño irrealizable.


Ahora que la lluvia comienza
acabando por desaparecer. 

martes, 28 de junio de 2011

LOS EXENTOS

Regreso de la piscina y veo que no hay nadie. Parece ser que todo el
mundo está dentro del agua.
Llevo tres días nadando con un manada de anémonas. Dicen que
los poetas podemos.
Les dejo a ustedes un poema de ausencias. De huidas. Vuelvo al agua.

Los exentos de ti de mí o de otros
recalan en la memoria de los pájaros
y desde sus pequeños corazones
se agitan levantando un ala de niebla
en el rudimentario rostro de la ciudad.
Soy un poeta ignorado que lo único
que quiero saber es que existo para saber
porque existir para saber me hace
inservible monótono impertinente.


El día y la noche fueron reemplazados
por un silencio prolongado y líquido
el corazón del pájaro susurro
fue sustituyendo el ruido del viento
por un golpe sordo de alas desplegadas
alejándose de los hombres para siempre.
Desde el circulo polar se elevó un cero.

jueves, 23 de junio de 2011

PANDEMIA


  El tracto, quizás el espesor de las palabras
  o las lecturas,
  quizás la noche que nublándose pasa desapercibida
  y nadie observa que llueven gotas negras,
  los años tal vez que se añaden a la vida
  como una serpiente difícil y larga,
  todo ello hizo posible a pesar de tantos,
  que fueran diferentes los movimientos
  a partir de ese día,
  el balanceo de la carne,
  el susurro interior.

  Consultó hojas de calendario
  disfrutó de la soleada mañana
  y de un caliente café.
  Junto a su diccionario buscó la palabra único
  que le llevó a solo (él pensó que recoleto)
  y conjugó hombre de escuela
  con docencia
  o reunión con íntimos rincones.
  Se vistió para salir a la calle con el traje de calles
  y al enfundárselo dejó su anterior categoría
  en pandemias. Se fue.
  Tal vez se hizo.

TASTE

Foto

miércoles, 22 de junio de 2011

FELIZ Y DÓMINE



Qué feliz cuando en tus dominios hay
insectos azules y rojos,
cuando en tus dedos persiste un enjambre
de abejas blancas,
qué feliz eres cuando en mis párpados
se enreda un hilo de nube
y tirando de él bajan ángeles,
qué feliz cuando en ti coinciden
las miradas de la humanidad.
Y ríes. Y siempre eres otra.




Láscibos caballos / Literatura



Láscibos caballos acuden de la primera troje
recorren con su pie de atleta la calle
que en azul discordia
confunden las casas con hogares
las llamas de pesebres los espantan
Aleznas clavándose permiten
un ojal enorme de feroces claveles
rico jarrón tu laguna a veces
para abandonar flores
cuando lo triste está
más allá del botón de piedra
donde la peonía gigante crece
A media luz salieron a mansalva
treinta y tantos caballos de la noche
llevando herraduras de fuego entre las crines
maduras manzanas en los belfos
Un carro de fuego los presume
se hicieron libres en el instante mismo
que voló la ceniza.















Signo o seña pista o ruta
garra de garabato pata de pulga
pata de garrapata
pico de loro ojos de búho
cosa coja y redonda caja de hormigas
Jeroglífico pico de grifo
diente con diente sifón de efe
jota de juicio piedra pitera
cero gatera
pita pita gamonita
mano oscura
caliente caliente:
Literatura.

martes, 21 de junio de 2011

ODETTA

HORMIGA















Aprendí a escribir sobre cáscara de arroz.
Quién diría que fui capaz de minimizar el verso
hasta límites tan extensos.
¿Tuvieron alguna vez los versos
importancia por su tamaño?
Sí, afirmó la hormiga.

lunes, 20 de junio de 2011

Añádase una vela al sol



Pásale la mano a la tierra
frota los dedos contra el alba
piensa en los rostros que fueron piedra
pídele a la noche un vaso de luz
bebe de las minas el mineral arcano
disfruta con los ojos de cerezas y patios
pon alivios de rabia
sobre muros infranqueables y blancos.

Pásale la mano a la muchacha
por su cintura de aceite
súbela contigo al alto y oscuro desván
donde dormitan todos los recuerdos
ámala junto a viejos juguetes rotos.
Dale de ti ese olor a manzanas
que acumuló tu carne durante años.
Déjale un disfraz de amor y fantasía
una fácil cicatriz que pueda borrar
con la ceniza del último beso
con los recuerdos mudos del ruidoso
júbilo de amar.


PARA JULIA EN SU CRUCE DE CAMINOS