martes, 2 de diciembre de 2014

El sentido trágico de la vida

Leo a César Vallejo
en tarde ociosas de caramelos de menta,
y cuando todo parece estar perdido
me arranco la piel con Pablo De Rokha,
que le añade aguardiente de orujo
a la palabra lengua
y paladar a la pólvora quemada.

Y me voy salvando de la vida.

Me salva una edad provecta
de cuando el hombre conocía
la palabra generosidad,
el sudor de la  bondad
y el motivo de las cosas.

¡Ah! y si cierro los ojos,
mi compañera se acerca despacito
y me besa los párpados
a la vez que recita unos versos de Lois Pereiro:
"...e as veas convertidas
en túneles de acougo e perigo
sulagan o corpo en mil soños
cando a lene escuma da sombra
anuncia as visións
que presinto."

Y así puedo resumir mi sentido trágico de la vida.


2 comentarios:

Shandy dijo...

Sin duda, buenos salvavidas poéticos los que mencionas.

Lois Pereiro era un amante de las citas. Los versos que copio de Valente cierran sus poemas:

Debo morir. Y sin embargo, nada
muere, porque nada
tiene fe suficiente
para poder morir.
No muere el día,
pasa;
ni una rosa,
se apaga;
resbala el sol, no muere.
Sólo yo que he tocado
el sol, la rosa, el día.
y he creído,
soy capaz de morir.


La foto es muy bella y muy sugerente.

Un beso

Tomás Rivero dijo...

El poema "Consiento" de Valente, puede que "cierre" la poesía de Lois Pereiro, mas desde una mirada de "muerte" en la que el poeta se recrea, creo que también abre su poesía a la vida: "Debo morir porque he creído y soy capaz de morir", el deber de morir no es la obligación de tener que hacerlo, no es una llamada. Lois se resiste a ella, pero en su caso la muerte es una evidencia que se le plantea en la vida y ante la vida.

La foto es la tercera de una serie y forma parte de una noche lucense de cielo nocturno claro y luna, paseo y vinos. Y se hizo con luz natural, naturalmente de noche y sin flash. Alégrome de que te guste.

Besos, Shandy.