sábado, 17 de enero de 2015

Poema

Sencillo para el hombre escribir un poema
tan solo necesitas
tener papel y lápiz y un motivo suficiente
para grabar tu tristeza
tu alegría
tu dolor o tu ira
y decirle por escrito al mundo
que eres el ser más completo
y hermoso
de este planeta deshabilitado.
Y así insistiendo
hora con buril sobre madera
hora en las cortezas de los arboles
o sobre piedra caliza
el granito o el mármol
-fíjate en el marfil que también
soporta la pureza de tus letras-
o en la piel de esos cadáveres salvajes:
pellejos de león pantera o hiena
sobre ellos
puedes ir dejando por escrito
que nunca te entendieron tus amigos
tal vez por que no quisieron pasear del brazo de Pessoa
o que jamás leyeron un verso de Pavese
ni el barroco florín haciendo sangre
de Don Luis de Gongora y Argote
o supieron tocar la lira humana y categórica
de los cojones chilenos de tal De Rokha.
Ni que decir tiene
que así no se consiguen amigos
que duren una inteligente velada
ante lo cual antes de que te señalen
con el dedo de matar
te retiras a una cala del sur
te trasladas a los bosques del norte
te pierdes con los menos y los raros
y construyes un andamio de castillos de fuegos
donde arde tu lengua de cereza
y se quema tu rostro de centeno.
Buscas más mucho más
que simples plataformas
mucho más
que esta absurda vida de tantos solos
levantando la mano con un lápiz encendido
pretendiendo todos ellos
uno a uno dos a dos o tres en multitud
escribir el poema que tú
lector empedernido con velas apagadas
ser solitario donde los haya
nunca jamás
vas a poder escribir.


2 comentarios:

Shandy dijo...

El Pájaro solitario se pierde con los menos y los raros. Porque están las afinidades electivas y las elecciones afectivas.

Buen poema


Del Caligrama de Brossa "Tu": Si fueras un árbol serías ... un carballo

TOMÁS RIVERO dijo...

Del poema dedicado a Brossa, si me quisieras siempre serías la plenitud.

Posiblemente sería un carballo, aunque tengo afinidades afectivas con los alcornoques, que son de la misma familia que el carballo. Un bosque de mestas no me vendría nada mal.

Uno no elige siempre, a veces es elegido por los otros y la generosidad te nombra y ya eres de ellos.