martes, 30 de junio de 2015

Ave de presa

Como un temblor acudes a mí,
por el aire danzando
pluma negra de águila,
con ella escribí en el viento
un canto sencillo y un graznido
de noche oscura y vuelo tardo.

Y a esa noche de alas extendidas
la veo,
la veo ahora
llevándose en sus garras
los poemas que conseguí 
arrebatar a otros pájaros
menos avezados en el arte
de la sobrevivencia.

Veo a los pájaros sin alas,
rotos y ciegos,
descendiendo la sangre de la noche.

2 comentarios:

María Socorro Luis dijo...


Como siempre, hermoso.

Abrazo.

Tomás Rivero dijo...

Gracias, poeta.

Abrazo.