APROVECHO LA OCASIÓN PARA AÑADIR QUE EL 99% DE LAS FOTOS DE ESTE BLOG SON DE TOMÁS RIVERO. Y QUE SON GRATIS. PUEDES COGERLAS. |
Tal vez no acabe nunca de hacer este poema. -J.M. Caballero Bonald-
viernes, 8 de abril de 2011
PARA DARTE ENVIDIA (FOTOS TOMÁS RIVERO) UN DIEZ. JODER YA ESTÁ AQUÍ LA PRIMAVERA (EL LIRÓN DE JAVIER KRAHE)
MOLDE
Dime ¡Oh tú, cántaro que del barro vienes
si en la greda tengo mancha esperando,
una humedad de hueco que me envuelva;
agua, ¿tendré agua que me sumerja?
sed y sombra, frescor
relajamiento,
¿estaré confortable?
Yo que ahora vivo en el desierto,
¿seré dentro de mi molde una palmera?
jueves, 7 de abril de 2011
Indolencia
No es el descaro de leer poemas
ni el atrevimiento de escribir versos
son los oídos vergonzosos
que me eluden
los extraños ojos
que me evitan.
miércoles, 6 de abril de 2011
Baudelaire
……………………………………..Pero atónito,
¿qué buscan –me pregunto- los ciegos en el cielo?
Charles Baudelaire nació en París, el día 7 de abril de 1821. Aquél día, fue un día despejado. Sin nubes. No había aguaceros que despejasen la futura muerte de Vallejo, ciento diez y siete años después, el 15 de abril de 1938. Así que el cholo se murió en París y no se corrió. A Baudelaire le dio lo mismo. Algunos poetas, por muy poetas, no se adivinan en el tiempo, los unos a los otros.
Hoy, 7 de abril de 2011, 190 años después, Baudelaire de no haber muerto, tendría un fuerte dolor de cabeza. Y le faltaría toda la dentadura. Tendría un blog que se llamaría Caroline, como su madre. Y nadie le querría publicar un poema. Es más ni leerlos. Uno es víctima propicia de su tiempo. Entre el romanticismo y la cirrosis andas siempre muñeca. Perdón.
De blogero triste, un día se pegaría un tiro. Y “Las flores del mal” (el título lo dice: para qué quieres unas flores, que después de pelear con su adeene, hemos conseguido que no huelan) que tantos quebraderos de cabeza le dio, borradas del disco duro.
Y Théophile Gautier, romántico empedernido recitó estos versos de su amigo: “Tú sabes, lector, del sutil monstruo, / tú, hipócrita lector –mi igual-, ¡hermano mío!
Evidentemente todos sabemos a qué monstruo se estaba refiriendo Baudelaire: La Red. Que como esas redecillas goyescas que recogen el pelo, nos tiene recogidos también a nosotros. De casa a la “performance”, que es como quedarse en casa, pero haciendo el momio en público.
Y yo, 190 años después, me sigo preguntando a qué venía ese paréntesis dentro del verso:-mi igual-. ¿Iguales de qué? Demagogia. Nunca lo hemos sido ni lo seremos. Ya nos hemos encargado entre todos de impedirlo.
Viva Charles Baudelaire. También él es espectáculo. Una forma distinta de mirarse en el espejo. Una forma meliflua de abrir el frigorífico. Y cenar lentejas guisadas.
Mas le queda un campo sin explorar al poeta de París, el del proletariado de 2011, que ahora está en crisis como nunca, y posiblemente se quede flaco, melancólico y lacio: cerca por fin del romanticismo y sus aledaños, por falta de papeo. No hay mal que por bien no venga.
P.D.
Tengo una edición de “Las flores del mal” del año 1966, (Editorial Mateu) traducción de Ana María Moix (la panzada de traducir que se pegó esta mujer) y un “come come”: ¿cuántas monedas de oro me darían hoy por ella, teniendo en cuenta la hermosura de sus páginas amarillas y la grasa dactilar, color marfil, que fui dejando en ellas?
Pregunta de imbécil.
francotiradores
Desde este dilatado deseo
que dura tanto y se propaga
busco la oquedad sagrada y oscura
de tu cuerpo aniquilado.
Desde estas peligrosas áreas
sojuzgadas e invadidas
hasta tu soledad
intima y descalza
en breve me dirás
que todo sobra
se rebosa y acaba
en este ministerio
de tropel y grutas
al otro lado confuso y turbio
de nuestra apostada ternura
de francotiradores blandos.
martes, 5 de abril de 2011
Lilas
Alguien dijo hoy que se murió un poeta.
Alguien dijo hoy que murieron dos poetas.
Que en algún país extranjero
siempre muere algún poeta.
Alguien dijo hoy que necesitaba lilas.
Alguien dijo que buscaba un color
y un perfume a lilas para hoy. Para mañana
tal vez . Cuando venga algún otro poeta
a recordar que hoy alguien necesitaba
lilas. Cuando venga a traer un poema
y unas lilas para hoy. Ahora.
Sospecha número nueve
Dices tierra y te llenas de aire desnudo solemne
casi ciego
casi ciego
en un hermoso laberinto de calles plazas y avenidas
nombrado por unos pocos metrópoli
donde se descubren a ciertas alturas
sonidos de agua música y luz
túneles de silencio y fuego.
túneles de silencio y fuego.
Quién sabe medir las distancias con paciencia
soportar los diarios
comprender las noticias o las naciones
quién será descubierto cada hora
en su profundo miedo extranjero
colaborador terrorista sujeto dudoso o poeta
descarnado a cada instante para desear ser
esa aeronave que cruza veloz
poder volar lejos
aunque sea como arrugado papel en las aceras
llevadero por el viento a lugares inseguros
pulpa de celulosa empapada en tinta
garabateadas palabras borradas difuminadas
mojadas por la lluvia
palabras traídas por agua de cloaca
hasta estas playas pobladas de turísticas bellezas
residuos clónicos de nuestra ajada hermosura.
Quién sabe decir justo este día acabo y me renuevo
quién dice ya la palabra que a la lengua da el nombre
de aquel que fue escoltado hasta la puerta del fracaso
despedido y repudiado
quién sabe de tu carne pulsada
el nombre del lugar que te da placer
quién lo conoce también al acariciar el dolor tan bien
los sonidos tu voz tu ruido delator del goce
deleite difamador mientras se derrama el café
y un hombre lerdo venido paisano o forastero
puede ser mi traidor más cierto.
Y desde todas partes me anuncian llegadas de seres
triunfantes exitosos y felices.
lunes, 4 de abril de 2011
EL LECTOR
Cuando salir a la luz
era un peligro para el poema
o cuando el poema mismo
amaba la oscuridad
y en ella tenía el valor suficiente
para anidar pudor
el su miedo
eterno siempre
en la mirada
del pertinaz lector.
domingo, 3 de abril de 2011
El otro amigo
Y este poema me lo pongo para mí
y para nadie más. Ahora que ese
que me dicta está dormido
y sueña que yo soy él.
y para nadie más. Ahora que ese
que me dicta está dormido
y sueña que yo soy él.
El otro amigo
Él a parafraseado prosas que jamás contaron
con la venia del otro. Se apropió del nombre
que usó aquél y prestó el suyo
para fingir que era amado.
Deseó la belleza como abismo insondable
permanecer atento al horror de allí abajo
al misterio que agota todos los sentidos
le tenía presto y próximo al fracaso
naufragando creía en la felicidad eterna.
Él habla con amigos los días de diario
los festivos los deja al albur
de cicatrices renovadas y jóvenes.
¿Cómo es la mirada del que ve pasar
dispersas gaviotas (su graznido de estaño)
mujeres con blusas de primavera
trenes cargados de hombres y lluvia
bolsas de frutas y flores
llevadas por manos hacendosas y púdicas?
Celindas azules
pues las blancas se fueron
ardieron en la noche
su color ilumina los rojos tejados
de la encendida ciudad.
Y duda cuando dice su edad
piensa si no será él
el que se está expulsando
de esa infancia infinita.
El vaho del otro
el mismo vacío
el flujo de las olas
su fuego de agua
va grabando contra las rocas
los rostros
de todos los ahogados
en la ciudad de acero y hormigón
en la ciudad de perros y miedos
que ladran su aullido de cristal
cortando el rostro pétreo de cobardes obreros
que drogándose al son
de músicas espurias
queman sus camisas
como antes aquellos otros
quemaron sus naves.
sábado, 2 de abril de 2011
Mikel Laboa: Orduan
Y esta canción es para Iñaki Arzak
(Curiosidades del Pasado)
que lo quiero por ese tiempo nuestro
de lucha poética acumulándose
en la memoria de tantos.
(Curiosidades del Pasado)
que lo quiero por ese tiempo nuestro
de lucha poética acumulándose
en la memoria de tantos.
Por aquel entonces
Por aquel entonces
yo paseaba por las orillas de un río
que se doraba cada dos o tres atardeceres
y pensaba que quizá, ya hubieras muerto
que quizá fueras a nacer más tarde,
el mismo verano de mi muerte,
como un árbol alimentado con zumo
de nubes color naranja.
Por todas partes buscaba tu vestido azul y rojo.
Algo después, una noche
discutimos acerca del valor de las basuras
sobre lo provechoso de los viajes largos;
y aquel mismo otoño
te convertiste en la mujer de los muchos nombres
eras Casiopea, y Polux, e Isis and Pandora
y tu pelo no era otro, adivina adivinanza
que el de Berenice (elemental MrWatson).
Y hubo un día, quizá un lunes o un martes
en que te escribí aquello de que en mi sexo
se encuentra (¡qué barbaridad!), Bagdag
en mi cerebro crecen los bosques de Canadá;
pero el bosque más frondoso todavía está en ti.
Ahora soy tu torpe amante, te quiero, etc.
como ante las puertas del invierno, etc, etc.
viernes, 1 de abril de 2011
álamos blancos
Aquí dejo una lunita colgada entre dos álamos blancos para que tintinee en el corazón de Bletisa que no encuentra un buen poema que echarse a la boca por este blog egoísta.
En el corazón de Bletisa, y de todo aquel que necesite un tintineo de urgencias.
andré breton
Hay siempre, en definitiva, una esquina del velo que exige expresamente no ser levantada, y piensen lo que quieran los imbéciles, ésta es la condición misma del encantamiento.
-André Breton-
Multitud
Alturas versos multitud
labio húmedo
otro licor
delicado juego
o como dice Piera:
"la explicación de todos los poemas"
o como digo yo:
esa zona neutra y viscosa que une
las vestimentas con la carne
también llamada sombras
y más tarde tumbas:
el permanente error de la escritura.
martes, 29 de marzo de 2011
pat metheny
PUBER
La métrica del paisaje en nombre de la luz
las esporas de abril
en nombre de la primavera
esa niña asustadiza que investiga
números extraños en su pubis
garabatos negros
álgebra de dulce tacto
un crucigrama que la altera
o la alza
por sobre estigmas
caléndulas geranios
anemonas en llamas
flores secretas
poema épico que la arropa
la tela que la ansía
el amor de los perfumes
la tibieza de las maderas
el algodón que la abraza.
Niña asustadiza que investiga
y halla y logra y quiere
lunes, 28 de marzo de 2011
HUMEDAD
Toca la dulzura del sexo, de la
piel, acaricia el color dorado,
la novedad desconocida.
- Marguerite Duras -
Adormeces tus ingles en aguas tibias
para que la doblez de la rodilla
al viento
se eternice como una pluma
un ave
y los días se conviertan en tu memoria
sólo aura
difuminada eternidad de agua
y el humo
la niebla
hieran tu carne sobre la humedad
de un beso
donde la carnosidad
r
e
s
b
a
l
e
lengua entre comisuras
hacia una saliva
táctil
sólo así los cuerpos se doblegan
ungidos
en un acto donde la líquida sensación
de penetrar
copiosas profundidades
suma
a la fértil lozanía
el rocío
de un deseo tan entrañable
como el ser dos en una pompa de aire
sobre las olas
tempestad acuosa
inclinas tus pechos a ritmo de lluvia
y la cintura se torna
brazos de agua.
domingo, 27 de marzo de 2011
SI LOS PÁJAROS HABLARAN
1
Y se hace el amor
se hacen los besos
y se van los cuerpos
pero ella siempre se queda
como un golpe de huella
grabada en la piedra granito cenital
del universo humano
y caen desde inconfesables alturas
lágrimas sobre mi carne
mi espasmo
mi ella
que llegó como una tormenta imponiendo
el ruido de su personalidad
introduciendo en la cerradura de mi carne la llave
de su corazón
y comenzó el sonido de ciertos abanicos a levantar
con sus brisas
cifras donde giraban los besos
muñecas encendidas
cartas esquelas envíos mensajes noticias
todo corría
aconsejándonos no dejar pasar el tiempo
que tanto trabajo nos había costado traer
desde el desván del pasado
hasta las zonas que eran nuestro desierto.
Entretejido a nosotros malla o tupidos hilos
un cuerpo de sobria esperanza
hacía jirones la camisa escorzo de libertad
desnudez que cubría su espalda.
Yo acariciaba el barro.
2
Pero si los pájaros hablaran
nos anunciarían la lluvia
que tú estás fresca y nube
y vienen aires húmedos.
Si lo pájaros hablaran
nos anunciarían la lluvia
que su sonido de agua pronuncia
la palabra árbol
la arboleda los nidos
el lenguaje del canto
el batir de alas
el horizonte aciago
la zozobra de sus noches.
Y en ellas bordar la rutina
sobre telas tristes
abrir el agua
con dedos de espuma
abrazar el cielo
con brazos de pluma
bajar hasta el fondo
quedar en lo profundo
hundirse hasta el hueso íntimo
encontrar la superficie
encontrar la superficie
donde habitan los claros
del universo
su dedo cósmico
su frente esférica
su silenciosa presencia
su inocente alimento.
E ignora el hombre que toda ausencia
es deseable allá donde la libertad
se entremezcla con el amor:
y ella debe ir y venir
fugarse
aparecerse
olvidarse
para que la memoria alcance
hallazgos inexorables:
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