miércoles, 18 de enero de 2012

Sexo

Ayer hice el amor con mi mujer.
Hoy hice el amor con mi mujer.
Huelo a sexo.
Huele a sexo mi mano azul de vientre
y huele a sexo mi mirada negra de carbón celeste.
Huelo a sexo si miro la luz de la ventana abierta
y si miro a mi mujer su mirada huele a sexo
como huele su labio vertical,
su boca de beso huele a mí.
Hoy hice el amor con el tacto blanco
de sus manos y me deje acariciar.
Hoy temblé de su olor y el mío.




martes, 17 de enero de 2012

Degollado epíteto

Corindón o esmeril pedernal
la chaira recorre los filos de la carne
magulla y gorgorea
hacia la oreja enfila la aguda punta
a escasos centímetros
quiebra
brevemente merodea
luego acaba hiriendo
donde la sangre brota con un gemido
de peces que se ahogan
de aspas y hélices fraguándose
en un murmullo de abanicos
proveniente de esa zona de la garganta
hecha cuna un instante
hecha cueva de oscuros y silenciosos pasillos
el grito allí se plagia repitiéndose en ecos
habitáculo donde mora el vital veneno
y muere misteriosamente.

Acaba en ese instante de bramantes
que exigieron el oscuro filo
para derramarse al vacío
de un embadurnado hilo meciéndose.




 Calvary Cross: Richard & Linda Thompson

Pléyade


Fue aquella manera de adaptarse a lo efímero
(relación social, cultura, amor, política,
obras hidráulicas y otras)
lo que hoy nos ha convertido en seres eventuales.
Demasiado tristes.
Año 2012. Repítanlo con letras:
Dos mil doce.

Aquella pléyade
sedienta de olorosas caderas,
pulsos perfumados,
un poni por mascota
su asilvestrado perro:
su frontera de orín.
Mi corbata de reo.

Vengan a por su remite. 

lunes, 16 de enero de 2012

Citas desinteresadas

El desasosiego de ver crecer el desierto,
hace temblar en agosto el corazón de los manzanos.
-Julia Otxoa-

Dulce desvelo


Me volví a casa caminando, con el fresco de la mañana,
durante un rato del trayecto con Bea, otro rato sola,
te escribí un correo y me fui a la cama.(*)
Encontré en las sábanas un perfume dulce
que me trajo el recuerdo de un hombre triste
que me amó tan lento que se hicieron lluvia
mis besos en su boca.
Y mis lágrimas en su mejilla,
afluente de vidrios y calles solitarias.
Y amaneció después un día frío
como aquel perfume suyo
que me amo tan lento
como un recuerdo dulce.
























(*) Los tres primeros versos me los ha prestado,
suyos eran, Carmen Muñoz. Agradecido quedo.

Corre la sangre del poeta

Corre la sangre del poeta por aceras
hacia alcantarillas profundas,
precedieron en su vida puñaladas rotas,
abierta la carne por heridas púrpuras,
sobre un cuerpo que siempre supo
que venerar al otro era mutilarse
o quemarse un poco a lo bonzo
bajo la sombra de bruñidos edificios,
aclamado por sedientos seguidores,
lectores compulsivos de poesía.

Dijo, citó como pudo, antes de morir,
que romper la mansedumbre de la palabra
era construir el verso indomable del poema.
Y llevaron luego su hermoso cadáver
a escenarios lánguidos
donde rutilantes esteticistas
le pusieron menta y laurel
una pincelada de óleo,
ramita de lino,
y en su boca acomodaron
la palabra fin.

Dicen que como se esperaba
aumentaron las ventas.

domingo, 15 de enero de 2012

Alma

Yo siempre fui comunista. Por común. Por alma.
Rotundo. Dogmático ante el derrumbe.
Y este blues de Zitarrosa es para los que como yo
necesitan un sorbo de tinta para camuflar el color
de su sangre. O poner nombres a la situación
geográfica de sus venas. Chin-chin.


(((entre nosotros, nunca el hombre, léase la mujer,
estuvieron tan solos. Aunque esto siempre se dijo,
hoy podemos añadir al miedo que nos acompaña,
que efectivamente, no hay nadie)))


STEFANIE - ALFREDO ZITARROSA

A todas las Stefanie que les gusta el blues de Zitarrosa.
Fue en un hotel y ella era brasileña... Y no quiso cobrarle al poeta.
No hay dolor más atroz que ser feliz....

Amanecer de loros

...frente a mi ventana se reúnen al amanecer
para arreglar el mundo.

viernes, 13 de enero de 2012

El lirón de Javier Krahe (Primavera)





La clase obrera va al paraíso *

Si me preguntan diré que esta tersura proletaria
de arrugas inclinándose al atardecer
se debe a una crema anticomentarios
que me he dado en la cara;
que dejé de leer los cataclismos
mas sin dejar de vivir en ellos.
Si me preguntan diré que vengo,
que jamás fui,
que nunca pisé lugares sacros,
y que, aunque miré, no vi más que una
niebla
espesa,
diré que ya dejé de leer entre líneas
y que ahora leo aves cuando pasan
cruzando el cielo,
camino de emigrantes climas,
más cálidos o benignos.
Diré: este es el muro desde el que caigo
construido por vosotros;
mas es verdad que no veo nada
y que tropiezo siempre en la misma piedra,
puesta por vosotros, sin duda.

Siempre creísteis que mi inocencia era soltera
de viudas emociones interiores.



* "La clase obrera va al paraíso", 1971. Dirigida por Elio Petri y protagonizada por Gian Maria Volonté, Mariangela Malato, Gino Pernice, Salvo Randone.

La neutralidad de los paisajes

Paisajes. Aeroplanos. Garitas exteriores.
Claraboyas. Soy un ojo que ve el campo.
Un campo cruzado de cicatrices.
Tu mano sobre su pasado.
Tú mano sobre los mapas
que no fueron dóciles. Agrestes te dijeron
que nada era noble.
A amanecido nublado sobre las fronteras.
Ahora me reduzco a paisaje. Soy el sol.
El sol arañando pórticos y buhardillas,
el portillo hecho en la pared del lindero,
la casa desolada o yerma
líquida en la sombra soterrada.
Penetra la luz por sus ventanas
y a través del aceite sobre la mesa sola
se hace crisol en la rotunda vasija de cristal,
en las aguas remansadas de la alberca,
y al final
en el dulce color malva, ocre, rosado
de la tarde, o la vieja soledad de la alcuza.

La belleza es sólo un instante,
después vienen los días, las noches,
el ruido de la ciudad,
la tos de un vecino, el llanto de alguien.
La belleza es un segundo,
después está el feo y definitivo sueldo
que uno recibe por el trabajo realizado,
el salario de muerte conseguido con sudor.
El fin expuesto a la sangre.
La plena soledad. La locura es una balsa.
Nada nos pertenece.

Cómo me acuerdo de vosotros
viejos muertos huidos
mis acuciantes símbolos
mi entraña
mi ausencia
mis responsables.


--------------------------------------------------------


Esta foto merece una breve explicación. Fue tomada el 19 de marzo
de 2011, a las diez de la mañana. Se trata de una de las mareas
más bajas de los últimos 150 años. Véase la marca del agua en
las rocas del fondo.
No pasó nada desde el punto de vista político. La rueda del sistema
capitalista, a simple vista, siguió girando. Lo que hoy está arriba
mañana estará abajo, dijo Beltolt Brecht. Se refería el poeta alemán
a la rueda de la historia. O al sistema capitalista. ¿También a las mareas?



jueves, 12 de enero de 2012

EGAGRÓPILAS *

 Materiales de derribo conformaban este poema,
que hoy te dedico con cariño, Sofía "Indiscreta".

De tanto aquello que nosotros
a pie despiadado pelábamos
descarnábamos
(conversaciones sobre esto, lo otro,
o bien las mujeres, el fútbol, los toros)
y era toda esta carnaza
suculento plato abecedario.

En su canto reposaba la experiencia
y en nuestro traje de mono esperpéntico
el simio trepado -atrapado- en andamiajes;
en las palabras el albo lenguaje
del pan,
y en las paredes el yeso,
amalgama de agua
sus ecos,
el paso a paso -también el poso-
de las cincuenta y tres semanas,
la agónica jornada laboral.
Los agónicos sindicatos.

Nuestra soterrada libertad
a pie de obra,
despiadadamente
haciéndonos humanos,
con la sangre en un ápice
de aquel índice manco que nunca
señaló a nadie.


 Algunas aves nocturnas, como el búho (también algún poeta), vomitan los restos de sus presas, -huesos, pelos y plumas- imposible de digerir, en forma de bolas llamadas egagrópilas.

Citas desinteresadas

Escoged un material cualquiera, sí, un material cualquiera;
no obstante, un material cualquiera determina la biología
del poeta, la diagnostica; escoged un material cualquiera,
como quien escoge estrellas entre gusanos...
-Pablo De Rokha-


miércoles, 11 de enero de 2012

Preguntas de un vendedor de poemas, que nunca quiso hacerse Bertolt Brecht, por temor a la soledad.

¿Llamar con el lomo de un libro a la puerta
convence al inquilino?
Abrirá remiso. Dudando.
¿Será un lector convulso y crítico
o será un lector de best seller?
¿Abrirá más, sin embargo,
entornando la puerta,
si le enseño una página?
¿Pasaré si le leo unos versos?
¿Me amará si los comprende?
¿O tendrá ya libros en la casa
y me dará con la puerta en las narices
al grito de ese ya lo tengo?
Posiblemente este ya lo ha leído,
así que voy a llamar,
le encantará poder comentarlo.
Golpeo. Tras un silencio insisto.
La vecina de enfrente, solidaria,
sale y me informa:
.-Señor, en ese piso hace años
que no vive nadie.

Odetta: Jim Crow




Jim Crow (aquí)

Ultimación de las citas

Es triste lo que sucede,
si para lo que sucede
no tienes alternativas.
Una vez sucedido,
el beso aprende
a no besar nunca.
O besa hasta el labio roto
como la roca del acantilado
presume de ser
la causa del beso
con la ola.


Odetta. Y el resto son besos
de rastros sospechosos de agua miel.



Besos nucleares

Solapar aguas con restos orgánicos,
lavar nieve con piedra pómez
y evocar el nombre del ataúd.
Con el reverso de la mirada
grabar un breve epitafio en el cerebro,
y ya que la metáfora en estado natural
suele confundirse con la mentira,
coligar el nivel de esporas
con polen de limones
sobre la negra superficie de la lápida.
Sólo así los perfumes
serán recuerdos imborrables,
fábulas de memorias inmortales.
Y si todo esto no le vale,
para evitar radiaciones,
dúchese con plomo líquido.

Y en las tumbas que no graben nombres.





Memorable

Todavía soy capaz de amarte un rato
a eso de las doce
o si amanece un poco, antes de venga
mi carne de anteayer a ser más breve,
añadiéndo otro blues a mi percance de amante.


martes, 10 de enero de 2012

Con esa cotidianidad de las cosas recientes

Defunciones recientes en el sentimental
ruido del planeta (varios corazones dejaron
de latir, y fueron conservados en alcohol)
requieren un poco de voz que atempere
el nombre de las cosas. Ese timbre que
indique: "Fue allí donde cayeron los amantes".

Varios miles caen heridos de muerte, según las
estadísticas, que mienten como siempre.
Son millones los que dejan de amarse y sucumben
con esa cotidianidad que tienen las cosas presentes.
Esas que nos asisten, pero que nunca nos quitan
la pena.

Va, Barbara Dane.

Jinetes

Altivos jinetes cabalgaron de nuevo
los vi cruzar las arenas
ataviados de adanes
engalanadas monturas
sobre verticales camellos
sus pezuñas de almohadillas blancas
cruzando las dunas con la suavidad
de un sueño.
El sol de soleadas espumas.


Vi un amor puro sin el desgate
de lo cotidiano o lo obligatorio.
Algún espejismo.
Vi que a todos nos es dada la vida
y yo me puse marchito para ti.
Hermoso como una nube
arrasé las ciudades.
Otras noches vi. Otras lunas.

Amantes tiernísimos
con olor a manzana
se rozan en silencio,
como una suave brisa
mueve banderas o faldas
y blusas y camisas.
Y yo venía a veros enamorado
como un hortelano
va a su huerta
y cuida de que todo permanezca
en ese reciente y tierno verdor
en esa tibia noche
fresca y templada.

Cruzaron el desierto
amantes desnudos.
Y yo renuncié a ser feliz.




lunes, 9 de enero de 2012

Armonía (3)

Tomé de tus trotes reuniendo cosas
algunas prendas arrebujándose
en bolsas amplías
ibas diciéndome
contaba algún reproche
sentía la peculiar pena
que los hombres sienten
me sacrifiqué en diques de agua
fui haciéndome paladar y boca de madera
miré a los otros que andaban ciegos
recorriendo la tierra
y tomé tus manos
ensamblando ejes como dedos
aceleré las tintas
fuime a pique
de tanto romper versos
resido como un poso
en simas sordas
pero aún conservo la tímida
biografía de una hierba.

¿Y qué hiciste por mí en todo este tiempo?

PANGEA

Yo era un habitante de Pangea
era un guerrero pálido
de una tierra febril.
Los aires ardientes con furia dejaron
impresa en piedra mi silueta
y me incliné fósil sobre abismos
recorrí como luz placas tectónicas
flotando sobre el fuego
alimentado por encrespados magmas
de violentos volcanes ígneos.
Y fui nieve aquel día que tus labios
cruzaron el umbral del trópico
condenándome a ser soledad
en la sabana un breve instante
nieve perpetua
un eterno glacial.

Yo fui un pez que quiso salir del agua
surcar el cielo echar alas
durante siglos desee arrastrarme
sentir el latido de la tierra
en mi vientre de serpiente
o en mi sexo de homínido
comencé a trepar por lo que más tarde
serían bastiones
escalinatas o cumbres donde el sillón
toma cuerpo de becerro
de robustas patas de cíbolo
búfalo carabao de pródiga robustez.

Así fue como conocí el alto standing
tomé categoría de serio
sería mucho más que un hombre
gané honra y reputación
inventé los nombres entre máculos
daguerrotipos.



domingo, 8 de enero de 2012

Citas desinteresadas

Maiakovski:
"La barca del amor se estrelló contra la vida cotidiana".

Cenit o vodevil

Érase un hombre solo
con una palabra lodo
hasta que llegó
un viento albo
y lo convirtió en cero
o vodevil.
  
Érase una mujer sola
con una palabra grave
en el suave paladar carmesí
hasta que un viento solo
la convirtió en curva de canesú
o cenit.


viernes, 6 de enero de 2012

Piel de serpiente


















Me encanta esta foto. Pero no tengo ni idea de quién es.
Pido a los fotógrafos que aporten sus conocimientos.

El atractivo de esta foto tiene como protagonista al vestido, sin duda.
Evidentemente, aprecio la insinuación de su entrepierna.
Pero desde el primer momento no pude con la belleza de el lazo,
anudado al final de ese escote rematado de volantes. Ese lazo,
como una piel de serpiente mudándose desde el hogar del pecho,
a algún lugar desconocido. O no.

Y en segundo lugar, la mano. Esa mano sobre la rodilla, firme,
segura, prometiendo un ven.

Citas desinteresadas

Se escribe con el hígado,
nunca con la ortografía.
-Memoria-