Tengo un blues. Gigante. Arrastrándose
por trincheras. Desesperado.
Son la 17:20 en todas partes del planeta.
Lo poetas dormitan en brazos de un amor
blando y dulce. Casi burgués.
Nada como la felicidad gris de un blues.
La galaxia continua sola y en silencio.
Aquí abajo alguien dispara contra las nubes
desde un revólver oxidado de aguas.
¡Viva Vallejo!
Tal vez no acabe nunca de hacer este poema. -J.M. Caballero Bonald-
viernes, 16 de marzo de 2012
morir
¿Cómo será mi muerte,
será azul o pan
agua libre o tren.
Será nieve verde o mar
un árbol talado de maderas,
un libro desgajándose de hojas
aquellas glicinas llevadas de lluvia,
sus pérgolas tristes e ineficaces?
Cómo.
Me pregunto cómo.
¿Junto a ti entre poemas y besos?
Tal vez en un atardecer templado de cerezas
y al paso de alguna golondrina.
¿Cómo dejar de ser
para vivir en tu corazón?
Polonaise: Shigeru Umebayashi
jueves, 15 de marzo de 2012
Blues tirado
El blues de hoy viene en hora punta. Viene tirado. El tipo (No sé quién es. Debe ser poeta) como el blues, está por los suelos, y es un músico a ratos magnífico. No porque toque bien o mal. Es que toca muy bien, y si al caso viene, finge muy bien que es un músico bueno.
Y eso lo mejora. El sonido es malo. Como debe ser. Paris. Toma uno y toma dos.
Y eso lo mejora. El sonido es malo. Como debe ser. Paris. Toma uno y toma dos.
De aquel amor me quedan estos versos
…de aquel amor me quedan estos versos
- Jesús Munarriz -
De aquel amor me quedan estos versos
estas torpes ausencias de vanos esmaltados
este paso incierto de sirenas varadas
de bocas amargas y balcones a la noche.
De aquel amor sin alivio de malvas
me quedan estos versos
y estoy dispuesto a dártelos
llevarlos a tu casa dejarlos en la mesa
pedirte que te quedes por favor no te vayas
rogarte dame un beso si lloro no es por nada
o quizás por la lluvia o tal vez porque fuimos
líquida causa enamorada
heroicos transeúntes
en el resbaladizo y barroco poema
lo que no desmerece
esta historia nuestra tan de invierno
o tal vez porque llueve
y nunca escampa.
De aquel amor me quedan estos versos
que ruedan como piedras
o vuelan como plumas
o son papel mojado.
Estos versos que no me cuestan nada
si acaso un arañazo que deja algún pasado
y cura en cicatriz con el paso del tiempo
del tiempo inacabado.
martes, 13 de marzo de 2012
In The Mood For Love
Nos vamos de blues. Tengo el corazón lleno de música. De luces.
Acabo de inventar la noche. Y padezco de un recuerdo de memorias
apaches, cuando rastreaba los velos de la niebla tras el perfume de hembras
silvestres. Y en las aceras encontraba farolas abrazadas por amantes
eternos. Sus besos de tiempo deslizándose en mis pasos perdidos.
Nunca conseguí encontrarte.
Y de los bares abiertos salía un rumor de palabras que siempre
eran poemas.
eran poemas.
lunes, 12 de marzo de 2012
No te desnudes todavía
A Pilar.
Hacía unos veinte años que no escuchaba esta canción. Y de repente esta misma tarde, una conversación con una persona, me la ha recordado. ¡Coño, si nos desnudábamos!
Era acojonante. Desnudarse. Pasé una tarde follando con esta canción. Después de una mañana de domingo en la que habíamos enterrado a un muerto víctima del franquismo, o la democracia burguesa, tanto da. A un muerto que el día anterior había estado follando con esta canción. Un muerto amigo. Un muerto que resulta que era un hombre vivo. No te desnudes todavía. No te mueras aún.
La pérdida de la vida. El miedo hacía que nos abrazáramos, el miedo a morir al día siguiente. Desnudarse. Cuando no teníamos nada. Nada que quitarnos. Ni un hilo ni una espuma ni un jardín ni un beso pequeño. Nada. Ni un jilguero ni una seda ni una moneda ni una noche de amor. Ni una blusa ni un calcetín ni una almohada. Nada. Sus bragas eran transparentes. Nuestra alma lo era. Nuestro vientre, azul como una selva verde. El sexo, brutal. Exigente. Doloroso. Amábamos en silencio. Mudos. Nuestros orgasmos amordazados. No te desnudes todavía. No gritábamos de placer. Llorábamos. Allí estábamos frente a frente, tan tristes. Tan humildes. Hijos de una felicidad nueva. Tontos. Pobres. Sin nada. Tan sólo el deseo de no morir. De permanecer en el recuerdo. Que alguien nos recordara. Nosotros los desnudos. A veces como pájaros. A veces como un pañuelo blanco, recogiendo una lágrima sucia.
El poder de mirarnos. Eso es lo que nos dejaban. Mirarnos desde la ausencia. Desde un vacío particular. Mirarnos con la yema de los dedos; rozarnos, y tocarnos con los ojos. Y pasar desnudos por una tímida desnudez de años. La desnudez de nuestros abuelos. La desnudez de nuestros padres. Allí éramos responsables hasta la médula, de la desnudez de nuestros hijos, que empezaban a ser engendrados bajo las palabras y la música de Aute: No te desnudes todavía.
Aún somos desnudos. Frágiles desnudos. Con un cristal anudado al corazón.
Treinta años después aún sigo amando. Amándola. La quiero desde su desnudez universal. Desde el miedo a no permanecer.
Libertad
Monto un caballo cojo y ciego.
En la noche negra lo anima mi fusta.
-Hsu Chih Mo-
Peregrino y vagabundo
enemigo negro vagando
errar era
un punzante dolor en el costado
una fusta de tenso amor.
Falto el aliento
la mirada cansada ve
las ciudades borradas del paisaje
ahora que toda la tierra
recuperó los caminos
esas veredas únicas
solo para equivocados.
Lejos de ti una manada roja
de cascos lame las laderas
la calma se transforma
y bajo el sonido de la lluvia
los caballos felices
inadvertidos gritan
la proximidad
de las extensas praderas.
Su loca felicidad de libertinos.
domingo, 11 de marzo de 2012
Teatro
Obra en un solo -brevísimo- acto
Personajes:
Jose
Tomás
Actores:
José Horacio Martos
Tomás Rivero Fernández
******* ******* *******
Se levanta el telón. Interior. Cualquier interior. Todos los interiores son iguales: su cocina, su baño, su televisor de plasma: a qué sangre corresponde su televisor?
Un día cualquiera. De lunes a domingo, cualquier día parece oscuro. Menos a los pájaros, que cualquier día les parece luminosamente único. No hay público presenciando la escena. Nunca hubo público, que a la escena incorporara su miedo.
Dos personajes con cara de Beckett. Dos proletarios incrédulos, con gesto de presos, parecen despedirse.
Dos personajes con cara de Beckett. Dos proletarios incrédulos, con gesto de presos, parecen despedirse.
Jose: .- A ver si me escribes.
Tomás: .- No tengo tu dirección.
Jose (resuelto): .- Apúntala.
Tomás (tras una pausa, se palpa las ropas): .- No tengo bolígrafo.
Jose (gesto de fastidio, se palpa las ropas): .- Es igual. (pausa) Yo no tengo dirección.
Silencio. No hay aplausos. Cae el telón. Siempre cae. Comienza la huida.
sábado, 10 de marzo de 2012
Dos poemas nocturnos, cuando apenas queda tiempo para salvar el pellejo
El lobo se comió los parpados
y los ojos de la luna se cerraron
sin ventanas al mar.
Algunos buques de la flota mercante
echaron anclas de morfina
en aguas internacionales
y la amapola roja
que creció de envidias
junto a su hermana blanca
como una gota de nieve
vió que ella era una gota de sangre
en una pradera con ojos
que envidiaba el azul del mar
o los parpados dormidos del lobo.
Salí a mear al parque
donde orinan los perros
fumé mirando al cielo
la noche la galaxia de leche
y te vi fornicar con ángeles
con penes de algodón azul.
Tomé fresas con miel
aprendí que tus bragas
eran comestibles
y dormí sobre tu pubis
de garabatos y cobres.
El vello de braille de tu sexo
esa noche recitaba a mi oído
poemas rancios de Michi Panero
que dejó sin cotejar
un rato antes de morir.
Y te amé, te amé tan desesperadamente
que te llamé por tu nombre, sabiendo
que los nombres que se nombran
acuden siempre con el nombre de otra.
Y te amé, te amé tan desesperadamente
que te llamé por tu nombre, sabiendo
que los nombres que se nombran
acuden siempre con el nombre de otra.
viernes, 9 de marzo de 2012
Pérdidas
Ya no poseo aquella belleza fea y salvaje
que me hacía necesario.
que me hacía necesario.
He perdido el encanto de potros y jaras
que me hacia incontestable.
que me hacia incontestable.
Estoy lacio como hoja de lechuga muerta
y mastico las flácidas horas del feliz desenlace.
Ya no robo libros de sobrias librerías
ni busco músicas más allá de los altares.
Ya perdí la elegancia
ni busco músicas más allá de los altares.
Ya perdí la elegancia
la altiva majestad
de despojar vinilos elepés
de peligrosas tiendas diáfanas.
Hacer aquí algo hoy resulta peligroso.
Todo está bajo sospecha
aquí no se fía nadie de sus zapatos
y mira a sus espaldas
si es él el amigo aquel que le persigue.
Sabemos que siempre será tarde
para pagar tanta deuda.
Me han dejado solo
aquellos cobardes
que antaño fueron héroes
y que entonces estaban valientes
por que eramos muchos
en las calles y plazas
y detrás de las puertas.
Desde esta desolación
me subo a las terrazas
desde ellas veo caimanes
abrazándose a pupitres
que van tomando tierra.
El cielo se cubre de caínes
manzanas y cebollas
de senos y chisteras
culebras encendidas
y una mácula impura
de nombres negros
mortales
con azogue de vulgo.
Todo está bajo sospecha
aquí no se fía nadie de sus zapatos
y mira a sus espaldas
si es él el amigo aquel que le persigue.
Sabemos que siempre será tarde
para pagar tanta deuda.
Me han dejado solo
aquellos cobardes
que antaño fueron héroes
y que entonces estaban valientes
por que eramos muchos
en las calles y plazas
y detrás de las puertas.
Desde esta desolación
me subo a las terrazas
desde ellas veo caimanes
abrazándose a pupitres
que van tomando tierra.
El cielo se cubre de caínes
manzanas y cebollas
de senos y chisteras
culebras encendidas
y una mácula impura
de nombres negros
mortales
con azogue de vulgo.
jueves, 8 de marzo de 2012
Libro de escorzos
Mi querido amigo y maestro, Juan Quintana (Villanueva de la Serena. Badajoz. 1945) dejó toda su obra inédita, si exceptuamos una novela corta y un libro de poemas. El resto permaneció en cajas de madera y cartón.
En una de esas cajas estaba y está, “Libro de escorzos”. Con prologo de Félix Grande y epilogo de Florentino Huerga. El cual a punto estuvo de ver la luz en una editorial llamada Marte Ediciones.
Una vez más y sin que sirva de precedente, (me gustan los precedentes) se cuela en este blog, como ya a pasado en alguna ocasión, un poeta imprescindible. O como diría él: “Prescindible, ya que nadie echa de menos, lo que no conoce”. Torpes fallos de nuestro “yoísmo”. Yo, yo, yo. Los poetas estamos empeñados en extrañar siempre, lo que no se conoce. Yo, sin ir muy lejos, soy un ignorante y echo de menos la sabiduría que no tengo.
Les dejo una parte de esos poemas dónde el poeta dice, a qué se debe uno. En literatura, que es a lo único que uno debe deberse. Aunque redunde. O tenga deudas.
………………………………………………………………………
desde luego si partes del absurdo y con tal material
pretendes hacer literatura fascinante
con sabores de endecha u olores a elegía
puedes desde ahora considerarte vencido
o más aún
pisoteado por la rebelde red de los vocablos
he aquí
la causa de tanto fracaso anterior y posterior
ya dado como alimento a los necrófagos
bueno está
no caigamos en el manoseado dogma de que el verbo poético
precisa ser conmovedor
carajo
obvio es
que suele añadirse más retórica para obtener el resultado
que otros nombran poesía modosamente
pero hablando de ello
las mil definiciones que lacran el producto
no demuestran ni un ápice si particularmente
suma felicidad al ser que porta el alambique
y más aún
no existen estadísticas precisas sobre si el fino género
suele ser privilegio de una clase social determinada
y llegando a este punto bien están los gusanos devorando
papeles que a la historia del hombre nada restan ni añaden
y cuya trascendencia tal vez sea menos válida
que el éxito rotundo de mark spitz en la enésima olimpiada
donde otros nadadores fueron bueyes de plomo
(mas hablando de gusanos dignos sean
sobre todo
si abriendo en milésimas el torso ya no ceden
y cúrvanse dejando en cada hoja su indivisible baba
pero
no olvidemos que existen especies mercachifles
utilizando guaridas de finísima seda así que deja el lío
y aclara de una vez tus pensamientos
has querido decir
dignos sean los gusanos que laboran sin interés preciso
v.g. el gusano hombretón que suma y sigue
el que labora y no conduce a nada
simplemente
el gusano que llamas tu gusano)
De “Libro de escorzos”. Juan Quintana.
Anuncio
Huelo a J.P. Gaultier.
Rojo.
Rojo.
Pantalón de marca.
Año de nacimiento.
Camisa de lino
sobre un pecho profundo
cubierto de ramas.
cubierto de ramas.
Torpeza en el andar
por las cosas de la vida.
Un puño en las ojeras.
Las fábricas al norte.
Tus piernas siempre al sur
ese sur que me agota
dejándose habitar.
Año 2012.
Sólo los tipos de mi edad acariciamos óleos
de Tanguy y fornicamos
con las notas de Vini Reilly.*
Y fui tan ágil que derribé un régimen.
*Vini Reilly: http://youtu.be/7W3lM_jyriw
Fortuna
Que te venza yo a ti
que abraces tú toda mi pobreza
que mi mano agarre tus ricas propiedades
que posea yo lo único que tienes
que me invada una feliz soledad
cuando lo mío sea tuyo.
Que todo finalice también hoy
para seguir pobre de ti.
martes, 6 de marzo de 2012
La fina
Leño. 1982. Blues del nuestro. Aquí ya nos habíamos rendido del todo. La clase obrera
se disolvió en un cojin y los sindicatos se consolidaron. Hasta hoy. Pon otra cerveza que
a la próxima será. Rosendo es un buen tipo. Dice que nunca ha leído un libro. Ya somos
dos. Vámonos.
se disolvió en un cojin y los sindicatos se consolidaron. Hasta hoy. Pon otra cerveza que
a la próxima será. Rosendo es un buen tipo. Dice que nunca ha leído un libro. Ya somos
dos. Vámonos.
Dudas
Aquél que quiera saber que pregunte,
investigue
investigue
o consuma rosas pálidas,
ladee su cabeza, incline su paciencia
ignore el argumento, sostenga su inicial.
Portando el rubio o el azul
que llevo tatuado como doloroso extravío
voy vagando,
acechando las huellas de otros fieles aliados;
peregrino vigilante,
(estigma, que da prestancia a mi presencia)
atisbo a otros porteadores lacerados como yo
buscando junto a ellos el nido de garabatos
donde eclosionan las cicatrices del corazón.
Un día en una plazuela yo era él
yo era el de siempre en una plazuela
dejándome investigar tú me hacías preguntas.
Aquél que quiera saber que pregunte
ladee su cabeza
ignore el argumento
anime a su dolor a hurgar en la tragedia.
Todo es cántaro.
Todo es cántaro.
lunes, 5 de marzo de 2012
Hay una ciudad que me espera en el sur
Para MJBG
Hay una ciudad que me espera en el sur
-Pilar Pallarés-
Vente conmigo al sur.
Pondré albahaca para ti
en los rectángulos azules de la cal,
en los quicios sin alma
de las ventanas.
Vente conmigo al sur,
tengo naranjos en el paladar,
jazmín húmedo en los dedos
y poemas cosidos con hilos de luz
entre las escandalosas manos.
Vente conmigo al sur.
Quiero mirar el mar mientras te bañas
y por un instante me abandonas.
domingo, 4 de marzo de 2012
Canned Heat
El blues de hoy viene de la oreja (estas no son horas) de unos tipos de Los Ángeles. Decían que hacían blues/boogie "subterraneo". Blues, bajo tierra. Canned Heat. Este tema, "On the road again", es de su primer disco, año 1967. Cuando uno aún podía ir al corral de su casa y previa conversación negociadora con el gallo, coger del gallinero media docena de huevos y hacerse una tortilla de espárragos de zarza. Zarza que estaba un poco más allá del gallinero. Hoy todo es frigorífico. Y frío.
Canned Heat. Se fueron como valientes.
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